Tres meses le ha costado al Real Zaragoza volver a ganar en La Romareda y cuatro dejar de nuevo la portería a cero. Eran dos de los problemas más serios que arrastraba el equipo de Raúl Agné, desangrándose en defensa todas las semanas e incapaz de hacerse fuerte en casa. Ayer una cosa le llevó a la otra. Sebastián Saja evitó el gol del Numancia en una doble ocasión en el minuto 24, rechazando por dos veces los intentos de Manu del Moral y Valcarce y cuatro después Ros aprovechó el taconazo de Lanzarote para hacer el 1-0. A partir de ahí, y del penalti más que dudoso sobre Xumetra, todo fue más fácil para el Zaragoza, que ya casi no recordaba una victoria tan contundente. Ni tan plácida.

El equipo aragonés ha encontrado al fin un portero. Saja no será el mejor guardameta del mundo, ni el más joven, pero no comete errores graves que penalizan al equipo, transmite tranquilidad e incluso evita algún tanto de cuando en cuando. En la comparación con Irureta sale ganando por goleada. El argentino está haciendo desaparecer el foco de la sospecha permanente que había puesto sobre la portería esta temporada.

El Real Zaragoza acumulaba hasta ayer 13 jornadas consecutivas encajando, al menos, un gol. Un problema más que serio que le hacía cuesta arriba conseguir victorias. La última vez que dejó la portería a cero fue el 13 de noviembre en el 2-0 contra el Mirandés con Ratón de portero. Es la segunda vez que lo consigue el equipo aragonés bajo la tutela de Raúl Agné. Antes lo había logrado en cuatro ocasiones. No obstante, el Zaragoza es uno de los peores equipos de la categoría en esa faceta puesto que ya ha recibido 38 tantos.

Ayer el Numancia no le hizo mucho daño. El equipo soriano quiso presionar arriba y merodeó el área pero le faltó mucha precisión para crear verdadero peligro. Su mejor ocasión fue esa del minuto 24 en la que la defensa aragonesa se quedó parada esperando un fuera de juego que no era y que permitió a Del Moral y a Valcarce rematar casi a bocajarro encontrándose a Saja. Tampoco sufrió en exceso en esta ocasión el Zaragoza en los córners ni a balón parado y el Numancia se fue diluyendo conforme pasaban los minutos. Aunque quiso, no consiguió inquietar a Saja.

Total, que el equipo de Agné volvió a ganar en casa, lo que no sucedía desde el 11 de diciembre, cuando el Zaragoza se impuso con fortuna al Oviedo por 2-1. Desde entonces el equipo solo había sumado un punto en cuatro partidos en La Romareda, aquel empate contra el Lugo, y había caído frente a Girona, Levante y Nástic. De esta forma el equipo de Agné puso freno a la caída que venía arrastrando las últimas semanas, en las que solo había sacado un punto de los últimos nueve, que le permite alejarse de los puestos de descenso. Dejar la puerta a cero siempre es un primer paso. Y es más fácil conseguirlo con portero.