Imanol Idiakez se la juega contra el Tenerife, de sobra es sabido, y más tras el descalabro ante el Cádiz. Fue otra derrota que puso en relieve las numerosas carencias del Real Zaragoza. El domingo tiene ante sí la última bala para salvar la cabeza, pero en caso de que el conjunto blanquillo logre ganar, el examen no habrá terminado, porque el triunfo requiere una continuidad en el tiempo y que traiga consigo de la mano una inmediata mejoría.

Por si fuera poco, al técnico donostiarra no le está acompañando la suerte. Justo es reconocerlo. Comenzó la campaña torcida con una plaga de lesiones que se cebó con el centro del campo en pretemporada y con ausencia de arietes. Parecía que había enderezado el rumbo tras las dificultades iniciales. El Zaragoza ilusionó, pero tras el triunfo de Oviedo se vino abajo a nivel de juego y, sobre todo, de resultados, lo que sienta cátedra en el fútbol.

Los números ahora mismo son alarmantes. Dos puntos de los últimos 15, eliminados de la Copa del Rey y con una capacidad de reacción en entredicho. Y llega el Tenerife a La Romareda, otro conjunto que no está para tirar cohetes. Al Real Zaragoza se le exige una victoria y, a ser posible, de la mano de una mejoría palpable del juego. Pero lo prioritario es ganar.

Con las lesiones apretando, su única opción es buscar la mejor solución posible con lo que tiene. En la defensa pocas dudas caben. Cristian Álvarez, Benito y Lasure descansaron en Copa y son indiscutibles; Grippo está sancionado y el miércoles jugó Perone, así que todo apunta a la vuelta de Álex Muñoz para jugar con Verdasca, una pareja inédita.

A partir de aquí, comienza el rompecabezas de Idiakez. En el medio Eguaras, falto de ritmo por la pubalgia, se alza como imprescindible hasta que su físico aguante. Zapater también parece fijo por no haber jugado el miércoles; lo mismo que Igbekeme, que fue suplente. Javi Ros lo ha disputado todo, los 990 minutos oficiales, y podría descansar ante el Tenerife ya que los cuatro juntos, como en Los Pajaritos, no funcionaron.

Para el ataque, Idiakez solo tiene a Pombo y Jeison Medina como puntas puros, ya que Marc Gual, Álvaro Vázquez y Toquero están lesionados. El canterano es fijo, mientras que el colombiano debutó oficialmente como titular dejando muchas más sombras que luces. Raí, que no ha contado nada, jugó solo diez minutos.

El preparador vasco cambió el sistema contra el Cádiz e introdujo a Aguirre en la izquierda, con Javi Ros ocupando el flanco derecho pero no tan abierto como el toledano. Soro, al fin, jugó de titular en la mediapunta. De hecho, es una opción muy válida para el domingo ante el Tenerife. El otro enganche puro es Pep Biel, pero aún no ha jugado.

Ahora le toca a Idiakez encajar las piezas. Tiene que pensar en si cambia el rombo por un sistema diferente, sin números específicos porque los esquemas, en Idiakez, son muy dinámicos y cambiantes. La vuelta al 4-3-3 del inicio es otra posibilidad, con Aguirre en la izquierda, aunque falta un extremo derecho puro. Papu apura para poder entrar en la citación, pero está muy complicado que pueda llegar.

Otra opción es repetir con Igbekeme detrás de los puntas, pero Idiakez reconoció que no funcionó, o continuar confiando en Jeison Medina. En esas está Idiakez. Apretado por las bajas, pendiendo de un fino hilo, con una Romareda que ya clamó en su contra y con una plaga de bajas que no le ayuda ni a él ni al equipo. Un puzle por resolver y tres puntos por ganar.