Gabriel Etinof vivió un doloroso episodio al frustrarse su fichaje por el Real Zaragoza el pasado 13 de junio tras no pasar las pruebas médicas y que los doctores no recomendaran su incorporación al club aragonés por un problema cardiaco. El extremo francés, que había firmado por cuatro temporadas y cuyo fichaje se trabajó durante ocho meses en la dirección deportiva que encabeza Lalo Arantegui, fue operado para solucionar ese problema en Marsella el pasado 14 de agosto, por lo que Etinof, a sus 23 años, va a poder volver a jugar al fútbol y de hecho ya lleva un tiempo entrenando con el Stade Laval, su anterior club, con el que acabó contrato el pasado 30 de junio, y que disputa sus partidos en la National 1 francesa. En principio, apunta a seguir en este equipo su carrera futbolística después de frustrarse su fichaje por el Zaragoza. Unos meses después y con el club aragonés y su afición ahora asumiendo el problema de corazón que vive Raphael Dwamena y por el que se le ha recomendado que deje de inmediato la práctica deportiva, el futbolista galo explica a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN lo que vivió con el diagnóstico en la capital aragonesa, el descarte de su incorporación y el sueño de llegar algún día al club.

—¿Cómo vivió su fichaje frustado por el Zaragoza al no pasar el reconocimiento médico?

—Aquel fue un momento muy difícil. Lo viví con mi familia. Estábamos muy contentos de llegar a un club como el Real Zaragoza, yo ya me veía jugando en La Romareda, con su gran afición... Fue como una pesadilla todo lo que me ocurrió.

—¿Qué puede explicar de lo sucedido en aquellos días?

—Los resultados de las pruebas médicas desaconsejaron mi fichaje en ese momento. No sucedió nada más.

—El fichaje se anunció, estaba ya en la capital aragonesa, posó en la Ciudad Deportiva....

—Sí, es verdad, lo que sucedió fue algo totalmente inesperado, lo que hizo que resultara más difícil de asumir. Estábamos como en un sueño. El Zaragoza y Lalo nos acogieron de una manera excelente, los aficionados del club estaban muy contentos por mi fichaje... Y, de un momento a otro, todo se colapsó. Ese momento me provocó un cambio de emociones inexplicable, un ascensor emocional muy duro de golpe.

—¿Cómo fue el comportamiento del Zaragoza?

—El club se comportó de una manera excepcional. Intentaron hacer todo lo posible por encontrar una solución. Desgraciadamente el fichaje no se podía concretar en ese momento y el Zaragoza no podía hacer nada más. Sufrieron en ese momento como yo. Pero aún hoy Lalo se interesa por tener noticias mías, algo que tiene un gran valor para mí, y dice mucho del club y de las personas que lo encabezan. Todo el mundo tuvo un comportamiento irreprochable conmigo de principio a fin de mi estancia en la ciudad e incluso hoy lo siguen teniendo. Aparte de ser un gran club, me demostraron que humanamente son buenas personas.

—El Zaragoza llevaba ocho meses siguiendo sus evoluciones, era un fichaje más que deseado.

—Mis agentes me informaron del interés del club y del trabajo que habían hecho para saber más de mí. A partir del momento que tuve conocimiento de estas informaciones y, después de haberme visto con Lalo, no lo dudé. Mi prioridad era firmar en el Zaragoza. Además, yo siempre he querido jugar en España.

—Para usted, ¿qué suponía ? Había interés de otros equipos franceses, hasta de la Ligue 1, y se había decidido por el Zaragoza. Era un salto clave, ¿no?

—En efecto, varios equipos de Ligue 2 y Ligue 1 francesa y otros clubs del extranjero estaban interesados en mí, y tenía varias propuestas. Pero, a partir del momento en el que el Zaragoza llegó y, tras saber cuál era su proyecto, no tuve ninguna duda. Era justamente lo que quería para poder evolucionar. Necesitaba progresar en todos los sentidos, confirmar la gran temporada que había hecho en una categoría superior, y el Real Zaragoza era un proyecto ideal para mí.

—¿Qué va a hacer ahora? ¿Hacia donde encamina su futuro?

—Estoy preparándome para estar apto para jugar para primeros de noviembre. Aún no tengo del todo claro dónde, lo que sí sé es que mis objetivos siguen siendo los mismos.

—Sigue convencido pues de que lo vivido solo es un pequeño obstáculo, que en Etinof puede haber un proyecto de futbolista importante y para llegar lejos.

—Lo que pasó ha sido muy difícil, pero forma parte del pasado, queda ya en el ayer. Ha sido un obstáculo que he logrado superar gracias a mis allegados. Ahora quiero avanzar y sé que lo que he pasado me ha curtido y me ha dado aún más ganas de llegar lo más lejos posible.

—¿Qué le queda unos meses después de esta experiencia que vivió con el Real Zaragoza?

—Guardo un recuerdo muy positivo del club. Era un momento maravilloso para mí y para mis familiares que estaban presentes. La bienvenida fue magnífica, las personas que conocí tuvieron un comportamiento excelente. Ese obstáculo me ha curtido y me ha demostrado hasta qué punto tengo la oportunidad de poder seguir jugando al fútbol. Desde entonces sigo la actualidad del club, los resultados, y le deseo lo mejor al equipo, que pueda volver a Primera lo más pronto posible, ojalá que esta temporada. Me quedó un sabor amargo, pero quizás algún día podré completar en Zaragoza aquel sueño que inicié y que me encantaría poderlo vivir en un futuro, ¿quién sabe?