Después de cuatro semanas de pretemporada en las que no había percances reseñables en forma de lesión, el primero en caer ha sido Raí. El ariete brasileño comenzó con molestias a finales de la semana pasada en su pie derecho, fruto de una contusión antes del encuentro amistoso contra el Logroñés, equipo ante el que jugó la última media hora. Eso sí, tres días después no disputó ni un minuto en Anduva y, tras toda la semana renqueante, la resonancia magnética a la que fue sometido arrojó que tiene una lesión muscular en el psoas de su pierna derecha, por lo que previsiblemente se perderá lo que resta de pretemporada o llegará muy justo para el debut liguero ante el Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, ya que el tiempo estimado de baja es de dos a tres semanas.

Ayer tampoco pudo participar en el amistoso ante el Villarreal B disputado en Teruel y Natxo González solamente tiene a Borja Iglesias para la punta del ataque, por lo que el técnico vitoriano está dando minutos a Rubio, delantero del Deportivo Aragón que esta temporada ha llegado procedente de L’Hospitalet del grupo 3 de Segunda B. De hecho, ayer en Pinilla ante el filial amarillo, el técnico vitoriano probó durante un cuarto de hora con Pombo en la punta del ataque con el apoyo por detrás de Febas.

Así, hasta que el Real Zaragoza cierre la llegada de otro delantero, posición que requiere paciencia por su importancia en los esquemas de los equipos y el limitado mercado disponible, Borja Iglesias será el único ariete de la primera plantilla para trabajar en las sesiones de entrenamiento y en los partidos de pretemporada. Lalo Arantegui se encuentra trabajando en ello, pero su incorporación no es inminente.