Tres semanas ya casi sin entrenarse con el grupo y prácticamente un mes sin jugar. Los futbolistas empiezan a añorar con fuerza su hábitat natural y el guardameta Álvaro Ratón no es una excepción. “El regreso a la competición va a ser como comenzar una temporada de cero, con la ventaja de que ya conoces a la plantilla y de que todos remamos en la misma dirección. Nos va a tocar hacer una minipretemporada, ponernos las pilas y coger las sensaciones que teníamos antes, que eran muy positivas porque estábamos en una buena dinámica”, asegura Ratón, que tiene claro que lo peor de esta cuarentena es la añoranza del día a día de trabajo con los compañeros. “Echas de menos el vestuario, que es como la segunda familia, pero intentamos mantener ese contacto a distancia”.

Esa distancia, la que va entre las casas de cada uno de los integrantes de la plantilla, es la que establece el trabajo de cada jugador en sus domicilios, sin el contacto habitual en la Ciudad Deportiva: “Nos toca cuidarnos y entrenar dentro de nuestras posibilidades porque no es lo mismo hacerlo en casa que en un campo de fútbol, pero es lo que toca. Si tienes que hacer pesas con una garrafa de agua pues las haces, porque hay que estar preparado para, cuando toque volver, encontrarse lo mejor posible. Tenemos que hacer todo de la forma más profesional”, asegura el portero gallego, teniendo en cuenta que en su puesto el problema de esos entrenamientos alejados del campo aún es mayor que en los futbolistas de campo: “Ya casi no me acuerdo de lo duro que está el suelo y el día que me tire no sé cuánto tiempo tardaré en levantarme. El entrenamiento de los porteros es aún más complicado hacerlo en una casa, salvo que tengas un jardín, que no es mi caso. Entreno más la fuerza y lo que más nos costará en los primeros días al volver será el impacto con el suelo”, reseña Ratón, suplente habitual de Cristian Álvarez.

Mientras ese día de volver a los entrenamientos llega, Ratón pasa las jornadas de confinamiento en su piso en el centro de Zaragoza con su mujer y la perra que ambos comparten. “Es una situación extraña para todo el mundo y hay que llevarla de la mejor forma posible. Siendo positivos es como mejor afrontarla. Trato de aprovechar el tiempo al máximo, con mi mujer y con nuestra perra, peleándonos por sacarla”, asegura con una sonrisa, explicando que dedica las mañanas a los entrenamientos de fuerza y resistencia que han preparado los fisios y por la tarde a estar con su pareja, leer, ver series…”Es una situación que no te imaginas vivirla nunca. Lo ves en China, piensas que no va a llegar aquí y llega. Al principio es todo extraño pero ahora ya todos somos conscientes de lo que estamos viviendo y de lo que nos queda. El país en general lo está asumiendo y llevando bien, colaborando en todo lo que se puede. Es una situación extraña, pero se van a a sacar cosas positivas, como tener más tiempo para conocerte a ti mismo o conocer más a los vecinos. También es muy positiva la solidaridad que se está viendo porque todo el mundo se está volcando, gente particular y empresas. Se está viendo el lado bueno de todos”.

Admite Ratón que “la situación nos está superando a todos” y rinde su más sincero elogio a los sanitarios, que “están viviendo situaciones muy duras a nivel psicológico. Hay que mandarles todo nuestro apoyo”, para acabar lanzando un mensaje al zaragocismo: “Nuestra afición ha estado en las buenas y en las malas. Se agradece ese apoyo y también quiero darles ese ánimo porque para ellos también esta situación será complicada. No sé cómo será el día de regreso, esperemos que haya pasado todo esto, pero no hay que olvidarlo porque es algo de lo que aprender. Que cuando volvamos a La Romareda sepamos lo que es, que es lo que es gracias a toda la gente que está ahí siempre apoyando. Decirle a la gente que lo estén haciendo en sus casas tan bien como lo hacen en La Romareda, es momento de estar todos juntos y así le ganaremos a esto”, concluye.