Natxo González, preguntado por la fragilidad defensiva de su equipo, indicó otro interesante camino para la reflexión sobre los porqués o el porqué el Real Zaragoza no logra despegar en la clasificación. Se dirigió a la otra área, a la parcela ofensiva, a un hermoso ramillete de ocasiones fallidas y a la falta de eficacia como posible causa de que el conjunto aragonés haya conseguido ganar en una ocasión. Los errores atrás han sido sonoros pero quizás no tan numerosos ya que cinco de los nueve tantos encajados se han producido como consecuencia de saques de esquina, faltas directas y notables desatenciones áreas. El resto han llegado de jugadas aunque precedidos de pésimas decisiones para abortar el peligro. La estrategia rival le sienta muy mal y en no pocas ocasiones Christian Álvarez y en menor medida Ratón han tenido que intervenir al límite, lo que indica que, efectivamente, el muro de contención presenta considerables grietas.

El técnico, aún admitiendo que necesita trabajar los conceptos defensivos a nivel indvidual y colectivo, ha descubierto la verdadera clave del pésimo arranque de temporada, que no reside tanto en esa aparatosa vía de agua en la zaga como en las tremendas dificultades que el Real Zaragoza tiene para convertir sus ocasiones en gol. Intentado impedir el hundimiento por la popa, resulta que el boquete principal está en la proa. En general, no es este nuevo y bonito yate una embarcación muy fiable en la alta mar competitiva.

Uno de los datos demoledores para explicar y entender por qué un fútbol muchas veces dominante e incluso bello a ráfagas en comparación a otros cursos anteriores no encuentra respuesta en el marcador, reside en la escasa puntería. El Real Zaragoza es uno de los cinco equipos del torneo que no ha superado las dos dianas en ninguno de sus encuentros. Los otros, el colista y vicecolista Sevilla Atlético y Albacete, un Alcorcón a la baja por esa misma causa y el Reus, que en la mitad de la tabla sigue en su tradicional costumbre de explotar al máximo sus oportunidades. Los demás, 17 clubs, sí han firmado al menos en una ocasión tres tantos. Borja (3), Buff, Mikel González, Zapater y Toquero han sido los artilleros, con cuatro acciones gestadas a balón parado, una contra y dos latigazos en Córdoba del 9 zaragocista. Cuando se pisa el área en asociación, no hay forma de ver puerta.

Si se quiere insistir que la defensa es un desastre, hay motivos para ello, pero no se puede obviar lo siguiente: el Real Zaragoza es uno de los cinco equipos que cuando ha perdido lo ha hecho por tan sólo un gol de diferencia, como el líder Numancia, dos conjuntos en playoff de ascenso en estos momentos, el Osasuna y el Almería, y el Granada... En definitiva, se defiende mal, pero no ataca mejor.