El Real Zaragoza se despedirá de sus seguidores en el estadio de La Romareda ante el Sporting de Gijón en un partido casi intrascendente para sus intereses, justo lo contrario que para los asturianos que pueden certificar en la capital aragonesa su clasificación para la promoción de ascenso.

Tras haberse acostumbrado a vivir las últimas temporadas en el filo de la navaja la recta final de la competición hasta que el año pasado confirmó su descenso de categoría, el equipo aragonés tiene todo prácticamente resuelto a falta de dos jornadas, aunque las estadísticas todavía le otorgan un mínimo de opciones de poder hundirse todavía en el pozo de Segunda B ya que incluso perdiendo al final de la jornada podría confirmar su continuidad en la categoría de plata.

El insípido final que anticipó hace varias jornadas David Cortés se ha cumplido con un conjunto zaragocista sumido competitivamente en la zona de la indiferencia, mientras la atención está más centrada en las negociaciones del accionista mayoritario, Agapito Iglesias, por vender a varios compradores.

El partido ante los gijoneses, que pueden contar en las gradas de La Romareda con un nutrido grupo de aficionados para empujar a su equipo hacia el ascenso, se presenta complicado para los maños porque saben que sus seguidores, como destacó el zaragozano Víctor Laguardia, "no van a venir con una sonrisa, es entendible".

Por su parte, Víctor Muñoz, entrenador del Real Zaragoza, ha intentado mantener la tensión en todos sus jugadores para un choque en el que la indolencia podrían pagarla muy cara tanto en el terreno de juego como fuera de él.

Para este encuentro, el técnico zaragozano se ha visto obligado a introducir varias modificaciones sobre todo en la línea defensiva en la que estarán por sanción dos jugadores habituales, Álvaro González y Diego Rico, que todo hace prever serán suplidos respectivamente en el centro de la defensa por Sergio Cidoncha y en el lateral por Abraham Minero.

También se perderá el encuentro por acumulación de amonestaciones el ovetense Luis García, aunque el último partido no comenzó de titular, mientras que el control del juego volvería a dárselo, como en los dos partidos anteriores, al centrocampista del filial Álvaro Tierno.

Otra novedad no menos significativa podría ser la presencia bajo los palos del portero del filial Óscar Whalley que sustituiría al argentino Leo Franco, el único jugador zaragocista que hasta el momento ha disputado completos todos los partidos esta temporada.

Alineación probable:

Real Zaragoza: Whalley o Leo Franco; Jose Fernández, Laguardia, Cidoncha, Abraham; Montañés, Arzo, Tierno, Henríquez; Víctor Rodríguez y Roger.

Árbitro: Bikandi Garrido (Comité Vasco)

Estadio: La Romareda

Hora: 19.00