Despegue en Europa con centenario. No es que las cifras redondas sean un seguro de felicidad, pero las celebraciones en el deporte siempre traen bajo el brazo un inevitable halo de optimismo. El Real Zaragoza cumplirá hoy un siglo de partidos con la visita del Sigma Olomouc checo en su decimotercera participación en la Copa de la UEFA, y más que la cifra redonda, lo que invita a sonreír con anticipación y sin dar un solo margen a la confianza es el calado del rival. También la sensación de que este equipo de Víctor Muñoz, tierno y por pulir por muchos de sus vértices del juego, está capacitado para superar a un enemigo por atrevimiento y una mayor altura de sus futbolistas. En su contra... Quizás que esta noche siete de los titulares jamás hayan pisado Europa y, en algunos momentos, puedan acusar la inexperiencia de este tipo de combates directos en los que tanto se ha lucido este club a lo largo de su extensa historia.

SENTENCIAR EN CASA El Real Zaragoza sabe de su superioridad sobre el papel, pero debe confirmarla cerrando este pulso en La Romareda sin dejar la eliminatoria en el aire para la vuelta, un viaje traidor si se emprende con un marcador que alimente las esperanzas del adversario. Como muestra, el botón de la última presencia en Europa (2001-2002), donde el modesto Servette suizo se marchó a Ginebra con un empate sin goles. Allí, el nigeriano Oruma marcó un solitario tanto en la recta final del choque. Un año antes se había escrito la tragedia de Cracovia.

La atmósfera que se respira en este regreso a la escena continental es muy diferente a la vivida en Suiza y Polonia, con un vestuario cargado de tensiones. El Real Zaragoza tiene los pulmones más jóvenes y sus piernas corren con mayor ambición. El Sigma Olomouc, checo pero en las antípodas del exquisito fútbol que la selección de su país exhibió en la Eurocopa de Portugal, va a presentar batalla con armas rudimentarias: fuerza, presión, los once bajo el larguero esta noche en La Romerada... Los informes hablan de un grupo muy físico; también de sus limitaciones técnicas. Habrá, por lo tanto, que acumular paciencia y derrochar eficacia cuando se pise al área. El gol, por el momento, permanece inoloro para Javi Moreno y Villa, y ese aroma hay que recuperarlo porque no siempre estará Alvaro, como un ángel de la guarda, colgado del segundo palo en un córner.

ROTACIONES Víctor va a hacer rotaciones. Es éste un tema abierto de forma crónica al debate. La sorpresa del once inicial será la ausencia de Alberto Zapater, que ni siquiera se vestirá de corto. Los entrenadores comen a parte de los mortales, porque el chaval estaba rindiendo como los mejores --si no el mejor-- y hoy no debutará en un encuentro a su medida. El chico Lo ha encajado la mar de bien, lo que habla mucho de su floreciente porvenir. Su sustituto será Soriano, una garantía de profesionalidad que, sin embargo, no explica bien el descanso de su joven compañero en la medular.

La otra aparición estelar en el equipo será la de Cani, quien hasta el momento se ha tenido que conformar con un papel secundario. El media punta estaba siendo reclamado, aunque no jugará en su posición natural, sino que volverá a dejar en el banco a Galletti.

El resto será el de siempre, con Luis García en una portería en la que se echa de menos a Láinez, a quien hoy se le realizarán unas nueva pruebas tras la operación para conocer con más puntualidad el tiempo que deberá permanecer recuperándose. No estará el zaragozano en este centenario que trae del brazo al Sigma Olomouc, un invitado al que conviene no dejar que entre en la fiesta. Sobre todo porque esta eliminatoria solo es un casting para la liguilla posterior que asegura cuatro partidos más y, seguro, rivales de cartel más atractivo.