El Real Zaragoza intentará sumar frente al Alavés su primera victoria de la temporada para poder evitar una crisis que parece inminente en el caso de no sumar los tres puntos y seguir en los puestos descenso.

El equipo aragonés ha dejado escapar en sus dos primeras comparecencias en el estadio de La Romareda la victoria de manera dolorosa y viviendo la misma historia ante Osasuna y Sabadell, adelantarse en el marcador para terminar encajando el tanto de la igualada en los instantes finales, por lo que ha dejado de sumar cuatro puntos que ahora le permitirían estar en una situación bastante más tranquila.

A los zaragocistas les está pesando excesivamente la tardía confección de la plantilla, así como el no poder contar con más de dieciocho fichas profesionales por sanción de la Liga de Fútbol Profesional, todo ello como consecuencia de la grave crisis institucional que a punto estuvo con conducirle a una casi segura desaparición este verano.

Las buenas sensaciones que transmitieron en los primeros encuentros empezaron a difuminarse con el golpe moral que recibieron al empatar ante Osasuna y después el pésimo partido que realizaron contra el filial del FC Barcelona. Además tampoco pudieron seguir adelante en la eliminatoria de Copa del Rey y fueron eliminados por el Albacete.

"Fue un palo" han reconocido los jugadores que ahora lo que quieren es darles a sus seguidores la primera alegría de la temporada con un triunfo que además les serviría para duplicar el número de puntos que tienen en su casillero.

Uno de los puntos débiles que todavía no han conseguido mejorar son los balones aéreos y las jugadas a balón parado y en las que han insistido durante la semana para no sufrir, sobre todo en la recta final de los encuentros que es donde han visto como se esfumaban sus opciones de victoria.

La baja del lateral izquierdo Diego Rico para lo que podría reubicar al central Cabrera o bien seguir apostando por el jugador del filial Carlos Nieto, que ya ocupó esa posición el último partido contra los sabadellenses.

El que también cuenta con opciones de volver a disfrutar de una nueva oportunidad será el atacante del filial Diego Suárez, que ya jugó contra el Sabadell en sustitución de Rico y que actuará por la banda izquierda.

"La afición necesita una victoria porque tranquilizaría a todo el mundo", ha reconocido Víctor Muñoz.