En tierra de conquistadores intentará el Real Zaragoza iniciar la reconquista. Al viaje a Almendralejo, en esa Extremadura interior, de tierras fértiles y veranos caniculares, para la hora del partido se esperan alrededor de 36 grados, el equipo de Víctor Fernández llega con las alforjas llenas y a la vez vacías. Llenas de puntos sembrados con un juego sólido y constante antes del parón por la pandemia y recogidos en un interesante granero. Y vacías por la oquedad profunda que dejó en el casillero, en el subconsciente y en la moral colectiva la derrota contra el Almería, rival por el ascenso directo, que quedó irremediablemente unida a la anterior contra el Alcorcón, también en La Romareda, donde el sabor de la victoria, y hasta del empate, permanece de momento en un lejano olvido.

En medio de esa extraña paradoja, tan insólita como este nuevo fútbol, aposentado en el segundo puesto pero con el riesgo de perderlo tras la reducción a dos puntos del colchón de seguridad, el Real Zaragoza necesita reencontrarse consigo mismo, con aquel conjunto ganador que fue, capaz de vencer cuando lo merecía y de no perder cuando no hacía méritos. En estas tres jornadas disputadas del esprint final hacia el ascenso, el equipo ha descendido varios escalones en su nivel de juego, se ha mostrado muy frágil en casa, sin capacidad de reacción a los golpes encajados y se ha mantenido a flote gracias al triunfo en Lugo, donde la respuesta a una derrota fue una victoria, meta obligatoria también este martes (21.45 horas, Gol) en Almendralejo. El conjunto local, penúltimo, todavía no ha ganado tras el confinamiento: empates en Elche y Málaga y derrota en casa contra el Albacete.

LA ALINEACIÓN / Hacer gol primero, adelantarse en el marcador, debe ser el objetivo principal. El que lo consigue tiene un gran trecho del camino recorrido en cada partido. Así le está ocurriendo también al Real Zaragoza. Se vio por detrás contra el Alcorcón y el Almería, dos enemigos que le obligaron a continuos ataques posicionales contra defensas cerradas y muy comprimidas, y de esa ciénaga ya no salió. Se colocó 0-1 en el Anxo Carro y su juego fue más consistente y seguro a partir de ese instante.

Al encuentro acude Víctor Fernández con la cara de Atienza salpicada de ocho puntos de sutura y el pómulo dolorido, sin Vigaray, Javi Puado, Ros ni Guitián, todos fuera por lesión, pero con la buena noticia de los minutos de Clemente, el único que supo interpretar el encuentro contra el Almería con conducciones, diagonales y pases al espacio. Atienza entró en la convocatoria y está para jugar en una línea que formarían él mismo (o Clemente si surge un contratiempo de última hora), Delmás, El Yamiq y Nieto. Las dos últimas jornadas han dejado marcado especialmente a Burgui, inofensivo en el uno contra uno y la carrera vertical, de siempre sus principales virtudes. Su puesto en el once está en entredicho, pero incluso podría conservarlo. Si lo pierde entraría Blanco. Habrá más aire nuevo. Está previsto que Dani Torres juegue en el medio junto a Eguaras y Guti se escore a la derecha. Para Soro quedaría la mediapunta y arriba continuará Luis Suárez en busca del gol perdido. James entró en la citación a pesar de sus molestias en el aductor. Baselga, Nick y Azón la completaron.

A partidos cada tres días, sensaciones basculantes cada tres días. Tan pronto la silueta del ascenso aparece asomando en el horizonte a tiro de un triunfo como que se difumina en un mar de dudas. Al Real Zaragoza le restan ocho jornadas, primero en Almendralejo y después, por este orden, Huesca, Girona, Rayo, Tenerife, Oviedo, Albacete y Ponferradina. Bastante más espinoso es, por ejemplo, el camino de trampas del Almería: Alcorcón, Mirandés, Sporting, Tenerife, Girona, Rayo, Ponferradina y Málaga. Y algo menos el del Huesca: Cádiz, Real Zaragoza, Las Palmas, Deportivo, Alcorcón, Racing, Numancia y Sporting.