Será una remodelación firme. El Zaragoza que viene tendrá una apariencia muy distinta al actual. Habrá, como indicó ayer este diario, entre seis y siete fichajes. Nada de pequeñas variaciones ni una revolución en toda regla. Algo así como un camino intermedio. Así lo indicó ayer Víctor Fernández, que anunció una «reconstrucción masiva» en el equipo de la próxima temporada. «Tenemos mucho trabajo por delante. Debemos optimizar al máximo los recursos que tenemos y hay muchas piezas a encajar en el puzzle. Lo importante es que el club entiende que necesitamos esa reconstrucción masiva», subrayó el técnico zaragocista, un concepto que Víctor detalló. «Eso no es quitarte 15 jugadores, pero el tema no lo resolvemos con dos o tres. La solución no pasa por ahí, sino por bastantes más. Tiene que haber un número importante de entradas y salidas, buscar un equilibrio y ver qué es lo mejor para todos con calma y sin ponerse nervioso. Tenemos mucho trabajo por delante», afirmó.

La reconstrucción, sin embargo, no pasa, en principio, por jugadores a los que Víctor considera intocables, una catalogación en la que se incluiría a James o Soro. «Me gustaría que continuaran bastantes jugadores. Creo que puedo ayudarles a crecer el próximo año y sería muy bueno que siguieran. El gran error que cometeríamos sería malvender. Eso supondría un paso atrás terrible y espero que no sea el caso y que si hay que vender a un jugador importante sea por la cláusula o por una cifra que nos permita reforzar al grupo y hacerlo más poderoso». «Todos los entrenadores del mundo tienen jugadores a los que dan un valor muy especial, pero, insisto, lo más importante es no malvender», insistió el preparador aragonés.

CRISTIAN SIGUE

Entre estos elementos intocables también figura Cristian Álvarez, aunque Víctor tiene claro que el meta argentino continuará bajo sus órdenes la próxima campaña. «Estoy convencido de que sigue al cien por cien aunque luego igual viene alguno con la cláusula. Si es así, tendremos que darle las gracias por todo lo que ha hecho», expuso el entrenador.

Se trata, en definitiva, de perseguir un nuevo Zaragoza. La búsqueda requiere tiempo y calma, pero «hoy estamos en la buena dirección y se están dando los pasos que deben darse para, poco a poco, ir reconstruyendo el equipo», insistió Víctor, que reclama jugadores capaces de atesorar regularidad a lo largo de la temporada. «Muy pocos han sido capaces de disputar 25 partidos con una regularidad alta y nuestro deber es estudiar qué factores no han permitido encontrar ese punto. Hemos sido muy irregulares a nivel colectivo y también individual, con muchos altibajos. Además, tenemos que lograr que jugar en el Zaragoza sea muy difícil y vamos a crecer seguro», aseveró.

LECCIONES

En ello están el técnico y la dirección deportiva, a los que, según Víctor, esta nefasta temporada les ha aportado, al menos, aprendizaje. «La temporada nos ha dado muchas enseñanzas importantes tanto a mí como a la dirección deportiva y al club en general para no volver a incurrir en ciertas situaciones». Entre ellas, Víctor incluye la plaga de lesiones, el bajo rendimiento de casi todas las nuevas incorporaciones o el segundo año de jugadores que irrumpieron en escena la pasada temporada. «Algunos no han rendido como se esperaba y ha habido un punto de partida muy desgraciado con las lesiones, han sido muchas. Luego se presenta la dificultad del segundo año. La gente que apareció como revelación la temporada pasada es desconocida para los entrenadores rivales y la opinión pública. Por ello el año difícil es el segundo, este, para los Lasure, Guti, Pombo o Delmás. La Segunda división es muy larga y tenemos que estar preparados para ser más regulares».

Así que la entidad ya trabaja con los cinco sentidos puestos en el Zaragoza que viene. El futuro ilusiona al técnico aragonés, que reconoce que «me ilusiono muy rápido». Quizá por eso el desgaste acumulado a lo largo de esta angustiosa temporada no tardará en ser solo un recuerdo. «Me iré de vacaciones, pero con diez o doce días serán suficientes. Eso no será problema. Ha sido muy duro, con muchos meses de angustia, pero ahora, ya con el objetivo cumplido, estoy tranquilo», afirmó Víctor, que reiteró la importancia de «acertar y trabajar de cara al futuro porque tenemos mucho trabajo por delante».

En vísperas del último partido de la temporada, el técnico aragonés reconoce que «se ha hecho muy larga para mucha gente». Sobre todo, para jugadores que arrastran problemas físicos desde hace tiempo. «Algunos han tenido que hacer un gran esfuerzo y se les ha tenido que apurar más porque era necesario. Hablamos de James o Guitián, a los que ha habido que forzar porque nos estábamos jugando muchísimo». En ese sentido, Víctor admite que «hemos llegado justos al final» pero el preparador zaragocista confía en que el equipo sea capaz de despedirse con un triunfo mañana en el Heliodoro Rodríguez López ante el Tenerife. «Quiero ganar», subrayó.