El Real Zaragoza ya tiene a una de sus piezas más deseadas. Después de estar gran parte del mercado estival detrás de él y de haber sido la primera opción para la defensa desde el principio, el club ha logrado hacerse con los servicios de Mikel González, un refuerzo de garantías para completar la zaga.

El club alcanzó ayer un principio de acuerdo, pendiente del reconocimiento médico, y si lo supera satisfactoriamente será jugador blanquillo para las dos próximas temporadas. Así, la direacción deportiva ha logrado la anhelada incorporación de un central experimentado, con vitola de titular y con un amplio bagaje tanto en Primera como en Segunda División.

Nacido en Mondragón, Mikel González, que el 24 de septiembre cumplirá 32 años, ha desarrollado toda su carrera deportiva en la Real Sociedad, club del que es canterano. Debutó con el conjunto donostiarra en septiembre del 2005 en Mallorca y, en la temporada siguiente, en la que ya perteneció al primer equipo, bajó a Segunda. En la categoría de plata, en tres temporadas, acumuló 8.000 minutos y contribuyó notablemente al retorno a la élite del equipo vasco.

En las últimas seis temporadas, su protagonismo fue de más a menos, pero siempre contó para sus técnicos. Además, en la 13-14 disputó cinco de los seis encuentros de la fase de grupos de la Liga de Campeones. En el curso anterior jugó solamente nueve partidos de Liga y dos de Copa del Rey. En total, estuvo ocho temporadas completas en Primera y tres en Segunda. El 30 de junio finalizó su vinculación con la Real Sociedad y quedó libre. Desde entonces, la prioridad del jugador era encontrar un destino en Primera División. Con el paso de los días y con el mercado a pocas horas de su cierre, finalmente el central se ha decantado por la propuesta zaragocista, motivada en gran medida por la insistencia del director deportivo Lalo Arantegui. La mayor incógnita reside en su estado físico por no haber hecho la pretemporada con ningún equipo, por lo que podría tardar un tiempo en estar al 100% para jugar.

LA PRIORIDAD

Se trata de un central alto, de 1,90 de altura. Destaca por su liderazgo, su rapidez y contundencia al ir al corte. En suma, tiene un buen desplazamiento en largo y una nada desdeñable salida de balón.

Desde el comienzo del mercado era objeto de deseo de la parcela deportiva para complementar a Grippo, Valentín y Zalaya. Era un secreto a voces que el Real Zaragoza buscaba un central experimentado para cerrar la retaguardia, pero finalmente llegó Diogo Verdasca, de solo 20 años.

A tenor de las dudas generadas durante la pretemporada por Jesús Valentín y Verdasca, más la poca confianza depositada en Zalaya por parte del técnico, la firma de un nuevo zaguero se volvió en una prioridad para la parcela deportiva, aunque en los planes iniciales no se contemplaba la firma de un quinto central.

Después de numerosas semanas de espera, finalmente Mikel González, un refuerzo de Primera llamado a comandar la defensa del Real Zaragoza, ya pertenece al conjunto aragonés. La espera, al fin, dio sus frutos.