Sobre el césped de El Alcoraz ganará el mejor, o empatarán si la igualdad es máxima, pero lo que ocurra en el campo, se queda en el campo. Ese es el sentir generalizado de las dos aficiones de cara al partido de esta tarde. ¿Fútbol? Sí. ¿Animar a tu equipo y alegrarte en caso de victoria? Sería lo ideal. Sin embargo, siempre sin traspasar los límites. El horario del partido, las ocho de la tarde, permite que ambas aficiones puedan incluso juntarse para preparar el encuentro, desde las peñas hasta socios del Huesca con socios del Zaragoza.

«Nos vamos a juntar los amigos que siempre nos juntamos y haremos una comida conjunta con un par de amigos que vienen de Zaragoza, y disfrutaremos tanto del día como del partido, que seguro va a ser muy bonito tanto para la afición del Huesca como para la del Zaragoza», destaca Bosco Sauqué, socio del club oscense. Diego Moles, abonado del conjunto blanquillo, también va a comer con unos amigos de la ciudad altoaragonesa «para preparar el partido». Después, añade, «iremos todos al Alcoraz para palpar el ambiente que haya, que seguro que será bueno, y ya entraremos al campo para ver el partido».

También a nivel más institucional habrá cordialidad entre ambos clubs. Las directivas del Huesca y del Real Zaragoza celebrarán una merienda antes del encuentro y diversos miembros de la junta directiva de la Federación de Peñas del Real Zaragoza también comerán con los componentes de la peña Fenómenos Oscenses, habrá un intercambio de obsequios y fotografías con las camisetas de ambos equipos. En definitiva, un hermanamiento que cumple con uno de los principales objetivos de la federación. «Intentamos darle normalidad, aunque entendemos que el fútbol es algo pasional, pero durante los 90 minutos de partido. Cada uno apoyará a su equipo desde la educación y el respeto», afirma Paco Baraza, su vicepresidente.

El presidente de la peña Fenómenos Oscenses destaca que «es un derbi aragonés y de todos los aragoneses». Por ello, «deseamos que no haya ningún problema fuera del campo porque hay que dar ejemplo de dos aficiones unidas y de fair play.

Además, para Lobera es un día «para disfrutar en armonía, que haya unión y para vivir el fútbol aragonés», ya que, como recuerda, «en Huesca, es un lujo jugar con el Zaragoza en El Alcoraz un partido oficial porque estábamos deambulando por Tercera y Segunda B hace unos años. Es para quitarse el sombrero». En esta misma línea incide Bosco: «Es algo muy bonito. Llevo más de diez años yendo al Alcoraz y era un club pequeño, con un estadio casi sin asientos y ahora ha dado un cambio radical por la buena gestión de la directiva y trabajo del cuerpo técnico». Eso sí, confiesa, «ya toca ganar al Zaragoza en El Alcoraz, pero con rivalidad sana. Es la salsa del fútbol, pero siempre con respeto».

Así que, sobre todo, como recalca Paco Baraza, queda «disfrutar del fútbol aragonés, que haya normalidad, educación y respeto, porque al final es solo fútbol. Estaremos contentos si ganamos y enfadados sin perdemos, pero siempre sin faltar al respeto».