César Láinez afronta un complicado reto en su estreno en el banquillo del Real Zaragoza, ya que tiene que volver a ganar con un equipo que, a las órdenes de Raúl Agné, solo sumó dos victorias en once partidos en el 2017, con ocho puntos de 33 posibles, y que necesita vencer para no complicar más de por sí su delicada situación en la tabla. En contra del nuevo técnico juegan varios factores: la bajísima fiabilidad como viajero del conjunto aragonés desde que bajó a Segunda, donde cada temporada que ha pasado ha tenido peores registros cuando ha tomado la maleta para jugar fuera de casa para que en la actualidad sea uno de los seis peores a domicilio en esta Liga, además de que las visitas a Elche en la categoría de plata se cuentan por derrotas y fue allí en el Martínez Valero donde Láinez vio truncado un registro de imbatibilidad como guardameta cuando tenía al alcance de la mano batir el de Manolo Villanova.

Así que las circunstancias que rodean al primer partido con Láinez en el banquillo hablan de gran reto, teniendo en cuenta que el Zaragoza, a tres puntos del descenso, que marca el Rayo Vallecano, se ha quedado sin colchón con las plazas que designan el billete a la categoría de plata. Tanto es así que, si cae en Elche, y ganan sus partidos el Córdoba, el Alcorcón, el Nástic y el propio Rayo, entrará en zona de descenso a Segunda B. Es una carambola difícil, sobre todo porque a los equipos de abajo les cuesta mucho sumar victorias y parece complicado que ganen los cuatro a la vez, pero que se puede dar. Eso sí, el Zaragoza, que juega en el último lugar en esta jornada 31, ya que lo hace el domingo a las 20.30 horas, conocerá si se ha dado ese contexto cuando salte al Martínez Valero, por lo que los nervios podrían aumentar la dificultad de este reto.

El Zaragoza solo ha sumado 11 puntos de 45 fuera de casa, una estadística paupérrima que supone haber amarrado un 24,4% de los puntos. Solo el Mirandés (9 puntos), el Mallorca (9), el Alcorcón (7), el Almería (6) y el Rayo Vallecano (5) han cosechado menos puntos lejos de su domicilio y esos cinco equipos han firmado solo un triunfo fuera. El Zaragoza solo lleva dos, los conseguidos en Vallecas con el Rayo y en El Alcoraz frente al Huesca, mientras que sumó un punto en Lugo, Tarragona, Valladolid, Mallorca y Alcorcón.

Los datos a domicilio en la actual temporada muestran el Zaragoza menos fiable desde que bajó a Segunda en el verano del 2013. Y además esa fiabilidad ha ido bajando temporada a temporada. En la 13-14 firmó seis victorias, 25 puntos y el el 39,6% de los que puso en disputa. En la segunda, la 14-15, donde acabó en promoción de ascenso para disputar el playoff, se quedó en cinco triunfos, 24 puntos y el 38,09% de los que puso en juego y, el año pasado, solo ganó cuatro partidos (empató 11, eso sí), para sellar 23 puntos (36,5%). Sin embargo, en las tres campañas precedentes los números, aun siendo bajos, no eran tan ridículos como en la actual, donde al Zaragoza, ahora de Láinez, le quedan seis desplazamientos para intentar mejorarlos hasta final de temporada.

UN RIVAL IRREGULAR / Al menos, el Elche no es un equipo que en el curso actual esté siendo muy fuerte en casa, donde ha dejado escapar la mitad de los puntos que ha puesto en juego, ya que solo ha amarrado 21 en 14 partidos, es decir de un total de 42 puntos. Con todo, al Zaragoza se le da muy mal visitar el feudo alicantino en Segunda División. Cada vez que lo ha hecho en la categoría de plata, ha perdido. En la 71-72, todavía en el viejo Altabix, lo hizo por 1-0, en la 02-03, ya en el Martínez Valero como escenario, fue un contundente 4-0, en la 08-09 la derrota llegó por 2-0 y, el curso pasado, por un 2-1 donde el tanto de Guitián fue remontado por dos dianas de Sergio León, ahora en el Osasuna.

Esa goleada por 4-0 en la 02-03 tenía a César Láinez como guardameta del primer equipo y llegaba, en un equipo entrenado por Paco Flores, a esa jornada decimoquinta, un 15 de diciembre del 2002, tras acumular seis seguidas sin recibir un tanto. Desde la octava ante el Getafe no lo hacía. Tenía a tiro el récord de Manolo Villanova (654 minutos sin encajar), pero el portero zaragozano, que el domingo volverá a Elche como entrenador, recibió cuatro dianas, de Serrano, Melgar (2) y Raúl Pérez para dejar su registro en 575 minutos y quedarse solo con el segundo récor de imbatibilidad de un portero zaragocista.