En una Liga tan igualada como esta Segunda puede resultar hasta un atrevimiento hablar de un partido factible para ganar, de un rival propicio. Pero si alguno se le aproxima es el Córdoba, un enemigo que solo ha sumado 27 puntos en 35 jornadas, que circula a doce de la permanencia, que se ve y se siente ya en la categoría de bronce y en el que sus jugadores y los empleados del club están a punto de llegar a los tres meses sin cobrar. A ese equipo, que solo ha ganado cinco encuentros en todo el campeonato, el que menos de los 21 conjuntos de la categoría, sin contar al ya eliminado Reus, visita este domingo el conjunto zaragocista con la obligación de vencer. Allí, en El Nuevo Arcángel, el Córdoba solo ha ganado cuatro partidos para ser también el peor local de Segunda.

El cuadro blanquiverde lleva 18 derrotas en el campeonato y tiene en la defensa un hándicap terrible, con hasta 67 goles encajados. Una zaga que acumula errores y concesiones y que en enero no pudo arreglar el club andaluz con los refuerzos de Chus Herrero, Flaño y Álex Menéndez. La temporada, con tres entrenadores ya (Sandoval, Curro Torres y el actual, Rafa Navarro) ha salido torcida desde el principio, aunque no son pocos los que piensan que la situación del Córdoba también ha estado propiciada por la propia Liga por los problemas económicos del club andaluz y los hasta cinco expedientes que le ha abierto ya la patronal de los clubs.

LaLiga le dejó al club un límite salarial de menos de cuatro millones (estrictamente el 40% del presupuesto) y solo le permitió 18 fichas profesionales, al margen de vetarle varios refuerzos en el verano pasado y en enero. Da la sensación de que el Córdoba (y así se piensa en la ciudad andaluza) iba a descender a Segunda B por deméritos deportivos o por causas administrativas. No lo hará por el segundo motivo, bastará con sus propios errores sobre el césped, que han sido muchos.

El Córdoba anda en un estado de asfixia económica que ha llevado a que se adeuden a los jugadores y al personal del club las nóminas de febrero y de marzo, mientras que la de abril está a punto de añadirse a esa lista. El Córdoba está pendiente de cobrar algo más de 4 millones de los 6 de los traspasos de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado para poder hacer frente a esos pagos, pero de momento no lo ha hecho.

«Al final, el fútbol es fútbol y son once contra once te paguen o no te paguen, por lo que hay que competir como profesionales», recalcó ayer el exzaragocista Chus Herrero, que reconoció que se toman el partido del domingo como «una oportunidad para demostrar profesionalidad y poder repetir la buena imagen de Oviedo a partir de los veinte minutos». Otra manera de decir que se sienten ya descendidos.