Doce victorias, solo doce, en los últimos 42 partidos como local del Real Zaragoza, que mañana vuelve a lo que en tiempos fue en fortín y ahora es un estadio abierto. La salida de Agapito Iglesias de la entidad y la llegada de la Fundación 2032 no ha cambiado por ahora ese triste devenir, pese a que ante el Sabadell y sobre todo frente a Osasuna la afición zaragocista se volcó en el apoyo a su equipo. Sin embargo, dos empates, para que ya hayan volado cuatro puntos de los seis disputados en el Municipal, marcan el triste bagaje por ahora como local, lo que convierte al conjunto de Víctor Muñoz en uno de los nueve que aún no sabe ganar en casa en esta Liga Adelante. Mañana ante el Deportivo Alavés (18.15 h.) tiene la ocasión de dejar esa lista.

El caso es que el Zaragoza de las tres últimas temporadas, la 12-13, que acabó con el descenso a la categoría de plata, la pasada, con el fallido intento de retorno a la élite, y la actual, es un puro lamento como local, una decepción casi continua para su gente, que acude a ver a los suyos y que normalmente sale con la tristeza de que casi cualquiera pueda llevarse botín de La Romareda, que es muchas cosas pero no un bastión en la historia reciente. Si el recién iniciado proyecto quiere alzar el vuelo y acercarse al sueño del volver a Primera recuperar la fortaleza casera es innegociable. Y, de momento, no lo ha hecho el Zaragoza, que vio cómo volaban los triunfos ante Osasuna y Sabadell en la recta final de esos partidos.

TRISTE BALANCE

12 victorias, 13 empates y 17 derrotas, para firmar 49 de los 126 últimos puntos de local (un patético 38,8%), componen el desastroso balance zaragocista ante su público desde el verano del 2012. En esa fecha daba comienzo una campaña en Primera División con Manolo Jiménez tras la salvación del curso anterior que acabó con el Zaragoza dando con sus huesos en la categoría de plata. 5 victorias, 4 empates y 10 derrotas cosechó aquel equipo que bajó. Y esa temporada por El Municipal ganaron Valladolid, Málaga, Getafe, Real Sociedad, Athletic, Celta, Levante, Betis, Barcelona y Atlético. Ni qué decir tiene que la fragilidad en casa fue una de las grandes causas de que el conjunto de Jiménez se fuera a la categoría de plata.

El curso pasado Paco Herrera no pudo construir un bloque fiable en casa y Víctor no fue capaz de enmendar ese defecto. Siete victorias, siete empates y otras tantas derrotas marcaron un balance de 28 puntos de 63 (44%) que condenó en gran medida a la continuidad en Segunda, porque los números a domicilio fueron aceptables (25 puntos).

De hecho, solo los descendidos Hércules (9 derrotas) y Castilla (8) perdieron más partidos en su feudo durante la temporada pasada que un Zaragoza que vio cómo el Lugo, el Recreativo, el Numancia, el Barcelona B, el Real Madrid Castilla, la UD Las Palmas y el Deportivo se llevaron el triunfo de aquí. Mientras, el equipo aragonés no pasó de las tablas el curso pasado como local ante Mirandés, Alavés, que mañana visita La Romareda otra vez, Murcia, Hércules, Mallorca, Sabadell y Sporting.