Cuando todavía estamos arrancando el mes de agosto y con todavía casi tres semanas para el debut liguero ante el Rayo Majadahonda, ya se puede decir de forma rotunda, tanto como su éxito, que la grada de animación se va a llenar.

La afición del Real Zaragoza no se cansa de responder a las expectativas y, además, de superarlas con creces. Las preciosas imágenes de los seguidores blanquillos haciendo interminables colas para alentar a los suyos, los recibimientos al equipo y la animación dentro del estadio llevaron al equipo en volandas. Parece que no se nota, pero los protagonistas del césped siempre reconocen ese plus de motivación y ambición que les transmite la grada.

Lejos de venirse abajo tras la fatídica eliminación del playoff ante el Numancia, los principales grupos zaragocistas se pusieron en contacto con el club para poner en marcha la ansiada grada de animación, el Gol de Pie, el mejor nombre posible dado su grado nostálgico.

Prácticamente 1.300 de las 1.500 plazas están ya ocupadas. El resto, unas 200, son de abonados blanquillos que todavía no han respondido sobre si quieren seguir en su asiento, no renovar o ser reubicados en otras zonas de La Romareda.

De las 1.500 plazas, tan solo 100 estaban libres completamente, es decir, que no pertenecían a ningún abonado y, del resto de aficionados blanquillos, motu propro han optado por reubicarse con ventajas económicas más de 1.000 y, además, en unos plazos muy cortos de tiempo.

Proyecto común

Tal es el éxito de la iniciativa que el Real Zaragoza ya no puede gestionar nuevas altas: «Nos queda muy poco por cubrir. Ha favorecido la entrada de nuevos abonados a esa zona con la tipología que buscamos, gente que quiera animar durante todo el encuentro, cantando, saltando, con tifos, banderas, etcétera. Ha sido un imán, especialmente para jóvenes que buscaban un producto con un precio atractivo y animando sin parar», explica Carlos Arranz, director de comercial y de marketing del Real Zaragoza.

Por eso, mientras los 200 abonados que no se han pronunciado lo hacen, el club atiende recibe peticiones y permite nuevas altas en el Gol de Pie en riguroso orden cronológico.

Uno de los puntos que más orgullo debe suscitar entre la parroquia blanquilla es que sea un proyecto nacido de la propia afición. «No es un proyecto del club y sí de todo el Real Zaragoza porque se hace mancomunado con todos los grupos. Todas esas colectividades se pusieron en contacto con el club, lo atendimos con gusto y con responsabilidad porque juntábamos sensibilidades distintas, pero hemos visto que se hablan, se entienden y van fraguando las relaciones», comenta Arranz.

Responsabilidad

El Real Zaragoza, como no podía ser de otra manera, apoyará al Gol de Pie. En primera instancia prestará un cuarto en el estadio de La Romareda para que puedan guardar material y elementos de animación entre partido y partido. También, comenta el director de marketing, «les apoyaremos para que puedan adquirir de forma más económica material y les vamos a juntar antes y durante la Liga para ver cómo mejorar o acciones en partidos puntuales, sabiendo que ellos van a ser los actores principales». Por otra parte, la medida quizá más visible es el cambio de los asientos de la zona por unos más acordes, sin respaldo, para facilitar la animación de pie. Esa zona del campo, ahora mismo, está desnuda.

Eso sí, los aficionados no están exentos de responsabilidad y más siendo tan heterogéneos. LaLiga tiene un reglamento base para las gradas de animación que el club ha adaptado, aunque es muy similar al de otros clubs como Espanyol, Betis o Levante, y que l están obligados a firmar y cumplir.

El acceso a La Romareda será con abonos personales e infransferibles, diferentes a los del resto de los aficionados zaragocistas y el control, de momento, será a través de los porteros. De momento, la Liga no obliga a adoptar otras medidas como el uso de la biometría, pero no es algo que se descarte para el futuro. Además, los menores de 14 años deben tener una autorización de sus padres para poder acceder al campo. Todo sea porque, como desea Arranz, «reine el buen ambiente». Y el equipo lo agradecerá.