El crecimiento del Real Zaragoza en esta segunda vuelta con seis victorias consecutivas y un salto meteórico desde la zona baja a los puestos de playoff se refleja también en las gradas de La Romareda. El zaragocismo vuelve a reconocer en su equipo la épica de tiempos mejores y no quiere perder la ocasión de volver a ilusionarse. Contra el Lorca el estadio registró su mejor entrada, 23.987espectadores. Para hoy se han vendido cerca de 2.800 localidades que se sumarán a los 21.000 abonados con los que cuenta el club.

El cambio ha sido tan espectacular en el césped como en la grada. La depresión del equipo en una primera vuelta muy pobre en la que ganar era una rareza (tres triunfos únicamente en el Municipal) ha dejado paso a una segunda parte de Liga en la que la victoria es lo habitual. Y así se refleja también en la grada. El número de asistentes a La Romareda creció paulatinamente en las primeras jornadas, pese a que los resultados no eran los mejores, desde los casi 14.000 del primer día ante el Granada hasta los 22.679 del topo ante el Osasuna en la jornada décima.

A partir de ahí la depresión del equipo ahuyentó a sus seguidores, que fueron decreciendo al ritmo de las derrotas y la mala imagen del Zaragoza. Desde los casi 23.000 ante Osasuna La Romareda fue vaciándose: 17.000 frente a Cultural y Rayo, 15.000 contra el Reus, 14.000 ante el Cádiz y el récord negativo, 10.177 espectadores para ver un pobre empate ante el Barcelona B.

La tendencia ha vuelto a cambiar en las últimas semanas. Después de registrar algo más de 12.000 aficionados ante Tenerife, Córdoba y Lugo, la asistencia se ha disparado en las jornadas más recientes. 20.696 zaragocistas disfrutaron del triunfo ante el Oviedo y 23.987, récord hasta la fecha, de la victoria contra el Lorca. Una pasión que se ha extendido también más allá de Aragón aprovechando los desplazamientos cercanos porque más de 2.000 aficionados viajaron a Soria para ver otro éxito ante el Numancia y unos 500 seguidores estuvieron la semana pasada en El Sadar para cantar otra victoria. El zaragocismo vuelve a disfrutar y La Romareda crece.