Ndri Romaric ya ha conseguido cobrar alrededor de 100.000 euros de los 700.000 euros brutos que le adeuda el Real Zaragoza. El futbolista costamarfileño, ahora en las filas del Bastia francés, tiene embargadas las taquillas y las cuentas del club aragonés por una sentencia judicial a su favor. Esa circunstancia obliga a todos los pagadores consignados del Zaragoza a comunicar al juzgado los ingresos que realizan a favor de la entidad zaragocista. Por ello, el juzgado comprueba cada cierto tiempo si ha llegado algún dinero a las cuentas del club aragonés. En una de esas comprobaciones se constató que existía un remanente por una partida recibida por los derechos de televisión y esa cantidad fue a parar a Romaric. Por las taquillas no había podido recibir hasta ahora prácticamente nada.

El centrocampista costamarfileño solicitó en su día la ejecución de la totalidad de las cantidades que se le adeudan por el incumplimiento por parte de Real Zaragoza de algunos de los plazos que estableció el juzgado para que el club aragonés abonase en 16 meses lo que se le dejó a deber al jugador del Bastia francés. Al futbolista le asistía la sentencia anterior en donde se establecía el pago de esas cantidades que se le debían en las citadas mensualidades y donde se dejaba claro que el incumplimiento o retraso de alguna de ellas le legitimaba para reclamar la totalidad de la deuda.

Romaric ya había cobrado alguna de esas partes, con retraso, y, tras advertir al club, decidió solicitar la ejecución de la totalidad. Esas mensualidades o plazos no son proporcionales sino que la cuantía de las mismas va en aumento hasta alcanzar la cifra total de lo que se adeuda al futbolista, que perteneció a la plantilla del Real Zaragoza en la temporada 2012-2013.

DOBLE RECURSO Tras dar la razón el juez al futbolista, el Zaragoza presentó dos recursos. Primero, un recurso de reposición, que ya fue ganado por el jugador en su día para confirmar el embargo. Y, después, la suspensión temporal y provisional del mismo, que también fue denegado por el juez a principios de marzo para que se pusiera ya de forma oficial la maquinaria de ese embargo. Desde el Zaragoza se argumentó que, dada la estrechez económica que tiene el club, se había preferido dar prioridad a los pagos a la plantilla y a los empleados en las nóminas que a otras deudas.

Ndri Romaric demandó al Zaragoza cuando acabó la temporada pasada y no percibió lo que se le debía. El centrocampista costamarfileño ha asegurado que dio todas las facilidades para que el Zaragoza cumpliese con lo firmado en su contrato, pero que los reiterados incumplimientos no le dejaron otra vía que la denuncia. Sin embargo, los retrasos en los pagos le llevaron a tomar esa decisión de ir hasta el final para solicitar que se le abonase todo y para reclamar un embargo que fue autorizado por la justicia.