Javi Ros apela a la resignación para afrontar tanto el aplazamiento del partido que debía enfrentar hoy al Zaragoza con el Fuenlabrada, como en lo que concierne a su situación personal, relegado a la suplencia en los últimos partidos. El navarro admite que el equipo tenía "muchas ganas" de jugar el partido que ha sido aplazado debido a una intoxicación masiva por parte de jugadores del Fuenlabrada, pero asegura que el vestuario ya está "centrado" en la preparación del duelo del sábado ante el Lugo en La Romareda.

Ros, uno de los capitanes del equipo, tampoco se muestra especialmente inquieto por la pérdida de la titularidad a pesar de su buen rendimiento cuando ha estado en el campo. "La competencia es sana y hay que estar al cien por cien para ayudar desde donde sea", expone el mediocentro, que acaba contrato el próximo 30 de junio. "Estoy tranquilo. Yo me siento encantado en Zaragoza y solo pienso en trabajar día a día para "dar el mejor nivel, y después lo que venga, ya vendrá".