La SAD cifra en 4,061 millones las pérdidas que la pandemia del coronavirus puede terminar ocasionando al Real Zaragoza entre la presente temporada y la próxima, la 20-21, motivo por el cual ha solicitado al juez la suspensión del tercer plazo del convenio de acreedores, que debe pagar este jueves y asciende a 2,44 millones. Las posibles pérdidas las divide en cinco categorías: penalización de ingresos de derechos de TV de la temporada 2019-2020, pérdidas de ingresos de taquillas, penalización de ingresos de los abonados de la actual campaña y pérdida de ingresos de taquillas y de abonados en el próximo curso. Con esa estimación, la necesidad de recuperar un sitio en Primera aún se hace más urgente para el club aragonés, con una deuda que a 30 de junio del año pasado estaba en los 80 millones de euros.

En los ingresos por televisión está pendiente el 4% de los derechos anuales, el plazo de julio, y se estima que su cobro está en seria duda por las penalizaciones que los operadores traten de imponer. Supondría 292.000 euros si ese ingreso no llega. El total de los ingresos televisivos en este curso asciende a 7,3 millones. Por no jugarse con público los últimos seis partidos en casa, y de momento ya lo han hecho tres y todo apunta a que los otros tres (Rayo, Oviedo y Ponferradina) también lo harán, se estima unos 29.000 euros de taquillas por cada encuentro y un total de 174.000.

En la indemnización a los abonados, se establece que esos seis partidos implican un 28,57% del abono y se perdería si se devuelve ese dinero 1,29 millones del total de 4,5 millones recaudados en la campaña de socios de esta temporada, donde hay 28.419 abonados. El club aún no ha hecho oficial como compensará a sus socios por esos encuentros, aunque lo más probable es que trate de ofrecer ventajas económicas en el próximo abono.

De cara a la próxima temporada, la 20-21 que empezaría el 12 de septiembre, y sin saber si habrá público y en qué porcentaje, el club establece una penalización orientativa del 45% en la cifra de ingresos por taquillas y abonos para la temporada que viene, estableciendo una posible media de aforo en ese porcentaje, lo que supone 274.000 euros menos en taquillas, además de una disminución en abonos que se establece en 2,031 millones de euros