No pilla de imprevisto la suspensión del partido al Real Zaragoza, porque hace solo unos meses ya vivió una circunstancia idéntica. El Fuenlabrada-Zaragoza que debía disputarse el 18 de septiembre se aplazó por una gastroenteritis masiva de hasta 17 jugadores de la plantilla del equipo madrileño. Casi un mes después se jugó el partido, con derrota zaragocista en un aplazamiento que no vino nada bien al equipo de Víctor Fernández. El Fuenlabrada jugó cuatro días después en Tenerife y ganó tras recuperarse todos sus futbolistas y lo hizo también cuando el equipo zaragocista llegó al Fernando Torres el 16 de octubre.

Y es que por entonces el Zaragoza iba lanzado con 13 puntos y cuatro victorias y un empate en las cinco primeras jornadas y ese aplazamiento marcó el inicio de un bache del que tardó mucho en recuperarse el equipo. De hecho, cuando el partido se disputó el Zaragoza ya tenía las bajas por lesión de Dwamena y Vigaray, que habrían jugado en la fecha original y que no lo hicieron el 16 de octubre, además de que el estado del equipo era mucho peor en las sensaciones. Así, el Zaragoza jugó un mal partido y cayó derrotado por 2-1.

No puede haber muchos precedentes en la historia del fútbol español de un equipo al que se le aplacen dos partidos por la indisposición médica de dos de sus rivales en una misma temporada. De hecho, hay que viajar mucho en el tiempo para recordar la anterior en el Zaragoza antes de las dos de este curso. Le sucedió al conjunto blanquillo en el año 2006, cuando tenía que disputar la ida de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón.

Entonces, 14 futbolistas rojiblancos tuvieron una gastroenteritis aguda. Al final, se jugó cuando estaba prevista la vuelta, por lo que el equipo blanquillo llevaba un encuentro de retraso con respecto a sus rivales, aunque eso no impidió que el Barcelona y el Real Madrid cayeran por el camino. En la final, sin embargo, perdió el Zaragoza ante el Espanyol.

Contra el Atlético de Madrid hubo otro precedente en este siglo, que se subsanó jugando al día siguiente. Fue en el 2004 y por la muerte de Jesús Gil, máximo accionista del conjunto colchonero, en la penúltima jornada del campeonato liguero. También por un fallecimiento se tuvo que jugar días más tarde el Real Zaragoza-Numancia de la temporada pasada. La muerte de José Antonio Reyes, jugador del Extremadura, coincidió con la disputa de la penúltima jornada de Liga. Al ser jornada unificada, hubo que aplazar varios duelos, incluido el del Zaragoza, un par de días. Y por la nieve se aplazó el Osasuna-Zaragoza de la temporada 14-15.