El Real Zaragoza es incapaz de remontar un partido desde hace mucho tiempo. Es duro el dato, pero si el partido se tuerce y comienza por debajo en el marcador, como mucho logra empatarlo, sea en La Romareda o a domicilio. Será cuestión de bajar los brazos, de incapacidad para responder o que el conjunto aragonés es incapaz de atacar con mordiente ante rivales que se plantan bien, pero no hay manera. Y ya es hora de ponerle remedio.

Han pasado 19 meses desde la última vez que el Real Zaragoza remontó un encuentro que empezó torcido y, paradójicamente, en un duelo que parecía imposible de voltear. Fue el 4 de febrero del 2017, mediada la temporada pasada, en el derbi aragonés ante el Huesca en El Alcoraz. Partido tosco, físico y embarrado. Quizá no se debió ni jugar por el diluvio en la ciudad altoaragonesa. Borja Lázaro marcó el primero al comienzo de la segunda parte, pero Dongou (en dos ocasiones) y Ángel le dieron una alegría a la afición blanquilla y alejaron al Zaragoza de Agné del descenso. Fue la última vez.

Para la anterior, hay que remontarse a la 35ª jornada de la campaña 15-16, poco antes del desastre en Palamós, y contra el Alcorcón en casa. 0-1 en el minuto 10 con gol de Rafa Páez de cabeza y remontada con tantos de Javi Ros y doblete de Dongou. Dos semanas antes, también en La Romareda, el mismo plan: Arana adelantó al Mallorca (minuto calcado, por cierto) y Dorca marcó un doblete para el 2-1 final.

En aquella temporada hubo dos remontadas más. La primera de todas fue en la 2ª jornada contra el recién descendido Almería. Cabrera en el descuento culminó la victoria (3-2). Entre medio, el Zaragoza también remontó otro duelo, también en casa, contra el Lugo. Y este con más mérito. El ahora azulgrana Ferreiro adelantó a su equipo en el minuto 73 tras una monumental cantada de Manu Herrera; pero Ángel, Lanzarote y Dongou le dieron la vuelta al resultado.

En toda la pasada campaña no hubo ni una remontada con victoria. Con empates sí, siendo especialmente meritorio el 2-2 en Oviedo tras sobreponerse a dos tantos de desventaja. El resto fueron ante el Granada (1-1) y Barcelona B (1-1) en La Romareda y contra el Sevilla Atlético fuera de casa (2-2). El Lugo fue el primer equipo que se le ha adelantado este curso al Zaragoza y, otra vez, fue el equipo incapaz de responder. Un mal endémico que necesita cura urgente.