Es una cuestión de entusiasmo, reflejado en la calle y en la venta de entradas. Más de tres mil ha vendido ya el Real Zaragoza para la matinal ante el Lorca, un rival de poco pedigrí y peor clasificación. No le importa mucho a la gente el visitante de turno, más bien las opciones crecientes de su equipo, que ha pasado de hacer equilibrios por la cuerda de la permanencia a caminar firme hacia el ascenso. En tres semanas ha cambiado el estado de ánimo despertando al zaragocismo más fogoso. Natxo González lo entiende, dice. Y no le importa: «No me preocupa la euforia, todo lo contrario. Sí me gustaría que la gente no salga ya con los tres puntos de casa. Que la afición vaya eufórica a La Romareda, pero que nos ayude a sumar los tres puntos. Puede ser un partido largo, trabado, difícil y posiblemente los necesitemos para sumar los tres puntos, que todos entendemos que son importantes».

El técnico, sin embargo, no permite el mismo apasionamiento en el vestuario, ni de palabra ni de pensamiento. «Ahora no podemos dejarnos llevar por la euforia porque no hemos hecho nada para estar eufóricos, solo darle la vuelta a una situación. Estamos dentro de los objetivos que nos marcábamos, que era alejarnos de esa zona caliente. Ahora vamos a buscar otros objetivos. Ha llegado otro momento, vamos a ver la respuesta que somos capaces de dar», dijo el vitoriano.

El mensaje de Natxo González durante la rueda de prensa de ayer fue machacón. Insistió una y otra vez en que el equipo se debe comportar igual que en las últimas jornadas. En fútbol y en espíritu, quiere decir. Se trata de no infravalorar al Lorca. «Debemos tener respeto por este partido tanto o más que por los anteriores. Uno de nuestros valores, al menos de puertas adentro, tiene que ser la humildad. A partir de ahí sabemos que para ganar tenemos que hacer las cosas como las estamos haciendo. No tenemos por qué confundirnos, hay que tener el máximo respeto al rival y seguir haciendo las cosas bien. Si no las hacemos, no ganaremos».

El recelo del entrenador viene por la relajación que podría provocar el rival, penúltimo en la clasificación, a 15 puntos de la permanencia, casi desahuciado. Es el peor equipo de la categoría, además, fuera de casa, donde solo ha ganado un partido. Fue en noviembre en Tarragona. «No tiene por qué cambiar nada respecto a los últimos partidos. Somos conscientes de que nos puede venir una adversidad. Y si viene, que no nos sorprenda. Hay que sobreponerse como al empate en Soria o tener la misma paciencia que ante el Oviedo», un equipo al que se asemeja el equipo murciano en cuanto a disposición: «La estructura es muy parecida, un 5-4-1. Nos puede servir, sabemos que nos costó encontrar el pase y los espacios».

El equipo titular tendrá cambios respecto a las últimas jornadas debido a castigos y lesiones. No estarán los sancionados Grippo y Pombo. No se sabe qué pasará con Buff, clave en la confección del ataque zaragocista. «A partir de la decisión que tomemos con Oliver se elegirá un perfil de jugador u otro», afirmó en referencia a Toquero, que podría volver a una convocatoria. El sitio de Pombo podría ser para Vinícius o Papu: «Con espacios es mejor Vinícius, Papu es mejor en espacios más reducidos… También hay que tener en cuenta lo emocional. Y luego hay más opciones», concluyó en referencia al jugador suizo.