Paco Herrera no ve con buenos ojos que Henríquez y Roger aparezcan a la vez en la alineación. Y en cuanto puede o se lo sugiere el marcador, saca a uno de los dos del campo. En 26 jornadas de Liga solo los ha hecho coincidir de principio en siete encuentros. El técnico catalán no es amigo de esa decidida apuesta ofensiva. Uno u el otro. Los dos juntos, lo justo y necesario. Ahora ha congelado esa posibilidad con la decisión de dejar al chileno en el banquillo sin explicar el porqué prescinde por completo de un futbolista capital para el Real Zaragoza. La circunstancia de que el equipo aragonés haya logrado un tanto en sus últimos cuatro partidos cuestiona el enroque de un entrenador que ha sido flexible para otras cuestiones tácticas.

La primera ocasión que Herrera optó por incluirles en el once fue contra el Alavés en La Romareda. Roger marcó el 1-0 tras una asistencia de Henríquez, pero con el 2-1 en el marcador el preparador relevó al punta valenciano por Movilla y los vitorianos acabaron empatando. En Eibar todo fue un desastre y Roger se quedó en el vestuario al finalizar la primera parte, con un 2-0 favorable a los armeros en ese instante. Henríquez adelantó al Real Zaragoza contra el Numancia y Herrera lo sustituyó. Luego haría lo propio con Roger. Los sorianos remontaron y se llevaron los tres puntos (1-2). Contra el Girona, el sudamericano se marchó a la ducha antes de que Álvaro firmara el triunfo de cabeza.

La pareja de delanteros se asoció de nuevo en la alineación en Las Palmas con diana ganadora de Roger (0-1). Las citas con Córdoba, en la que el chileno fue relevado antes del gol de rebote de José Mari, y Murcia, donde ambos salieron del campo antes de finalizar un choque sin tantos (0-0), son las últimas oportunidades que se les vio juntos de salida. Desde entonces, hace seis jornadas, Roger juega solo arriba y Henríquez ha desaparecido misteriosamente de la circulación.