No mereció más de un punto el Zaragoza en Ponferrada. De hecho, bien pudo regresar de vacío del feudo de un recién ascendido que disfrutó de las mejores ocasiones del partido y al que el VAR le privó de adelantarse en el marcador. El punto, en todo caso, premia el empaque mostrado por el conjunto aragonés en la primera mitad, pero castiga los excesivos metros que concedió el Zaragoza a su rival, al que aspiraba a matar a la contra y cuya superioridad a lo largo de toda la segunda parte le otorgó un merecido empate por aplastamiento.

Formó el Zaragoza en rombo. Sí, en rombo. Esa figura geométrica que acaparó polémica y protagonismo la pasada temporada. Ese dibujo elegido por el club como manual de estilo en busca de una identidad desde abajo. Ese sistema impuesto desde las categorías inferiores y sobre el que también debía diseñarse el primer equipo pero que formó parte del fracaso colectivo de la pasada campaña. La salvación, de hecho, se fraguó sin rombo. Víctor no lo veía. Lo desterró.

Ayer, con jugadores más adecuados para esa puesta en escena, el Zaragoza rescató aquel dibujo. Ros en el vértice inferior, James -que formó en el once por Soro en la única novedad respecto a la primera jornada- y Guti a los lados y Kagawa en la punta superior justo por detrás de Suárez -alejado de la banda- y Dwamena. Un equipo reconocible en un sistema acorde y cercano al 4-3-3 preferido por Víctor. Pura lógica.

También estaba previsto que la Ponferradina comenzara el partido apretando. Así lo imponía su regreso a la categoría y el estreno ante su afición. Presión en tres cuartos, llegadas por banda y búsqueda de la espalda de los centrales zaragocistas eran los recursos de un cuadro local que gozó de la primera ocasión a través de un cabezazo de Kaxe que se marchó muy desviado.

El Zaragoza parecía tranquilo. Seguro. Confiado. Sabía que, tras el arreón inicial de su rival, el partido quedaría donde deseaba. Y así fue. El paso de los minutos mostró a un equipo más compacto, sólido y solvente. Kagawa, más activo que acertado, falló solo ante Manu tras un gran pase de Atienza, aunque el árbitro ya había invalidado la acción final por fuera de juego. Poco después, el japonés tampoco eligió bien el pase a Suárez cuando el colombiano estaba en una posición inmejorable para marcar. El Zaragoza mandaba.

Nieto, con un disparo desviado, y un centro envenenado de Vigaray que no encontró rematador aumentaron el caudal ofensivo de un equipo aragonés que antes del ecuador de la primera mitad ya había gozado de varias ocasiones. Aunque la mejor la tuvo en su bota Dwamena, que no definió bien ante Manu al culminar una contra de manual elaborada con solo tres pases.

James, el mejor del partido, también rozó el gol con un disparo desde fuera del área que se marchó fuera por milímetros justo antes de la media hora. El Zaragoza era superior a una Ponferradina incapaz de encontrar huecos entre líneas y de inquietar a Cristian.

Aunque todo pudo cambiar poco antes del descanso, cuando Valcarce cabeceó a la red una falta ganando la partida a Vigaray. Sin embargo, el tanto, en la primera llegada local, fue anulado por fuera de juego previa revisión de un VAR que, al igual que en la primera jornada, volvió a beneficiar al Zaragoza.

Pero, lejos de animarse, el equipo aragonés se vino abajo. Bravo remató fuera un centro desde la derecha justo antes de un descanso que, sin embargo, nada cambió. La Ponferradina se adueñó del campo y volvió a disponer de una clara ocasión. Nacho Gil perdonó a placer tras un rechace de Cristian a disparo de Crespo y dejaba con vida a un Zaragoza que, bajo la lluvia, se encomendaba a su pegada para hacer daño.

Y cuando peor estaban los de Víctor llegó el gol de Kagawa, el primero de la estrella japonesa. El tanto, por supuesto, llegó a la contra, un recurso que asoma como la herramienta más útil para un Zaragoza con escasa capacidad para hacer daño en estático. Guti encontró a James y el nigeriano se inventó una carrera y un centro medido que Kagawa mandó a la red al segundo intento.

Pero la Ponferradina no se amilanó. Al contrario. Bolo agotó cambios a falta de veinte minutos y recurrió a Yuri, que fue un incordio constante. Víctor, por su parte, no paró de moverlo todo. Primero un 4-2-3-1 con Soro por Dwamena y luego un 4-1-4-1 con Álex Blanco por Kawaga, pero todo fue a peor. El Zaragoza se echó atrás y se olvidó del balón, lo que permitió el asedio de un cuadro local que encontró su merecida recompensa casi al final y que bien pudo ganar, pero Cristian, el de siempre, lo evitó.

Ponferradina 1 - Real Zaragoza 1

PONFERRADINA

Manu García 6

Son 6

Russo 6

Trigueros 6

Isi 7

Sielva 6

Saúl Crespo 6

Valcarce 7

Bravo 6

Nacho Gil 7

Kaxe 5

Goles: 0-1,m. 58, Kagawa. 1-1, m. 85, Pablo Valcarce.

Árbitro: Iglesias Villanueva (5). Colegio gallego.

Tarjetas: Amonestó a los jugadores de la Ponferradina Sielva y Pablo Valcarce y del Zaragoza a Grippo.

Incidencias: 5. 670 espectadores en El Toralín.

REAL ZARAGOZA

Cristian 7

Vigaray 7

Atienza 6

Grippo 6

Nieto 5

Javi Ros 5

James 8

Guti 7

Kagawa 6

Luis Suárez 4

Dwamena 4

Técnico: Bolo (6)

Cambios: Larrea (7) por Bravo (m. 60), Yuri (7) por Nacho Gil (m. 69) y Luis Valcarce (6) por Crespo (m. 69).

Técnico: Víctor Fernández (4)

Cambios: Soro (4) por Dwamena (m. 64), Álex Blanco (5) por Kagawa (m. 71) y Lasure (-) por Luis Suárez (m. 91).