—¿Cómo empieza su pretemporada tras lo mal que lo pasó el curso pasado con la pubalgia?

—Con toda la ilusión. Pasé por un tiempo muy duro, tras la lesión no había manera de recuperarme, recuerdo lo mal que estaba en Boltaña ahora justo hace un año. Me operé en agosto, costó tiempo, pero ahora tengo esas ganas de sentirme futbolista, empiezo con todos y eso es lo que me gusta. Estoy muy motivado y con ganas de darlo todo.

—¿Qué aprendió de aquello?

—Todo lo que viví supuso una prueba dura, son gajes del oficio, pero sé por lo que he pasado. Obviamente, maduras, ves las cosas de otra manera. Por ese esfuerzo permanente solo para poder estar disponible valoras más todo. Tampoco había pasado nunca por quirófano, por ejemplo. Son experiencias que vienen a hacerte madurar, a veces pasar por etapas así te da otra perspectiva.

—Fue casi un año, con recaída incluida, hasta que en los últimos meses de la temporada ya fue uno más.

—Hubo un momento que no veía esa luz, porque me dolía mucho y decía que no me iba a recuperar nunca. Al principio con la pubalgia tenía mucho dolor, solo en la cama al girarme me dolía ya. Al final, operarme sin duda fue lo mejor, aunque costó.

—¿Está ya todo superado de esa pubalgia?

—Sí, me encuentro bien físicamente y toco madera para que no me vuelva a pasar nada parecido. Es verdad que en las pretemporadas vas cargado por la acumulación de trabajo, pero en lo físico me siento muy bien.

—Empezando al mismo ritmo que el resto y sin lesiones, ¿qué le dice la temporada?

—Que ojalá sea el año de Guti, el míster me dio la confianza en la parte final de la temporada pasada y yo tengo plena confianza en él. Desde el primer día quiero que vea que pretendo ser importante en el equipo.

—Su mejor momento en el Zaragoza fue en la 17-18, al final. ¿Ahí se vio al mejor Guti?

—No diría que la 17-18 fue la mejor, lo que sí creo es que el mejor Guti aún no se ha visto. Voy a ir poco a poco, sé que tengo que mejorar en muchos aspectos, tengo 22 años y voy a ir seguro a más.

—En ese momento, cuando llegó la pubalgia era un jugador cotizado y con mercado.

—Pero eso para mí está en segundo plano, eso está en el futuro lejano, soy jugador del Zaragoza y quiero que suba a Primera estando yo y quiero seguir en el club de mi vida.

—¿Qué le parecen el equipo y los fichajes que se han hecho?

—Llevamos pocos días pero sí se nota mucho nivel y un muy buen ambiente en el vestuario y que pueden aportar. Hay un buen equipo, parecido al del año pasado. La ilusión y las ganas son tremendas, después de lo vivido la temporada pasada tenemos ganas de cambiar esa situación que vivimos, el hecho de tener que sufrir hasta el final en un año que resultó duro. Este tiene que ser el año del Zaragoza. Y espero que lo sea.

—¿Quién le ha sorprendido más de los recién llegados?

—Raphael (Dwamena). Se nota que tiene muchas virtudes, a un jugador con un entrenamiento ya le puedes ver las posibilidades y tiene muchas. Es potente, con capacidad física y nos va a dar mucho, seguro. Ojalá meta muchos goles.

—¿El único objetivo es subir?

—No hay que mirar tan a largo plazo, aunque queremos subir, eso está claro, pero venimos de una temporada muy mala y lo que no queremos sin duda es no sufrir tanto. Hay una continuidad en el entrenador que es muy importante, apenas hay cambios en el equipo y lo fundamental es que el grupo esté unido desde el minuto uno.

—¿La hubo esa unidad durante el curso pasado?

—Creo que sí, pero al final tanto cambio de entrenador, las malas rachas y las dinámicas siempre afectan. Hay que buscar esa unión del grupo, que podamos ser una familia, eso es clave.

—En teoría debería ser más fácil conseguir esa unidad con tantos canteranos en el equipo.

—Sin duda. Y que seamos tantos es una satisfacción. Se está viendo el nivel, lo que es importante para nosotros, para el club y para Aragón. Estamos demostrando que hay cantera y que tienen que contar con nosotros porque estamos capacitados para ello.

—Antes hablaba de ascenso. ¿Se imagina el día de subir, lo que sentiría?

—Sí, claro. Sería el mejor día de mi vida. Subir con el Zaragoza es un sueño que seguro que voy a cumplir. Espero que sea lo más pronto posible.