Lo definió el pasado lunes a la perfección un Iván Martínez que entiende sin medias tintas el sentimiento zaragocista, su nobleza y valor: «Es una ilusión volver a representar al Real Zaragoza a nivel europeo. El sueño de todos es seguir defendiéndolo en Europa». El juvenil es un abanderado de honor, porque no deja de escribir páginas gloriosas de un libro cuyo epílogo está lejos de llegar. Así pues, que el sueño continúe vivo.

La siguiente página pasa por Polonia, por la mediana y bonita ciudad de Kielce, a medio camino entre Varsovia, capital administrativa, y Cracovia, lugar de ingrato recuerdo para el zaragocismo. El juvenil blanquillo se enfrenta al Korona este miércoles (16.00 horas) en la vuelta de la primera eliminatoria de la Youth League, de la Ruta de los Campeones, y lo hace defendiendo la ventaja que consiguió en el duelo de ida en La Romareda. Ese 1-0, ese zapatazo de Borge al fondo de la red, permite a los juveniles tener un mínimo colchón.

La expedición partió de madrugada rumbo a Cracovia, ciudad a la que llegó sobre el mediodía, y después puso rumbo a Kielce. Debido a la carga de partidos hay algunos futbolistas que llegan justos físicamente, tal y como reconoció el lunes Iván Martínez. Por ello, y ante posibles problemas e imprevistos, el técnico se ha llevado a Polonia a los 20 futbolistas de los que dispone, por lo que tendrá que realizar dos descartes.

En cuanto al planteamiento del encuentro, el técnico tiene muy claro que es necesario marcar un gol para obligar al Korona Kielce a marcar tres. Por otra parte, en el manual del juvenil zaragocista no está la opción de ser contemplativos ni variar lo más mínimo el camino tan exitoso que le ha traído hasta aquí. Es decir, que saldrán a ganar y sin titubear, siendo ellos mismos.

Las únicas dudas que le pueden surgir al Zaragoza vienen de los dos últimos encuentros ante el Nástic y el San Francisco. En ambos comenzó por debajo en el electrónico y encajó dos y tres goles respectivamente, pero la reacción fue de auténtico corazón de campeón. Esa es la mayor tranquilidad. Si el partido en Kielce se pone cuesta arriba, el juvenil tiene argumentos para darle la vuelta.

En cuanto al rival, ya pudo comprobar de primera mano en la ida que el Korona Kielce es un incómodo, rocoso, pesado. No tuvo el dominio del balón, pero en los minutos finales buscó su gol con especial ahínco. Por ello, tanto el técnico como los jugadores no se confían de los polacos.

Otro factor a tener en cuenta será el ambiente. Debido a las exigencias de la UEFA, el encuentro se va a disputar en el Suzuki Arena, hogar del primer equipo, un estadio que tiene capacidad para 15.500 espectadores y que, si bien es muy complicado que se llene, sí que se espera que haya una gran entrada ya que el conjunto polaco está invitando al duelo a clubs y colegios de la ciudad para generar un ambiente lo más hostil posible.

La hoja de ruta

En caso de que el Real Zaragoza juvenil supere la primera ronda, el equipo aragonés se enfrentará al Apoel de Chipre o al Gabala de Azerbaiyán en la segunda ronda de la ruta de los campeones de la Youth League. El duelo de ida entre ambos equipos, disputado en casa del Apoel, acabó 1-1 y la vuelta se juega este jueves a las 12.00 horas en Azerbaiyán.

Si el equipo blanquillo logra eliminar al Korona Kielce, volvería a disputar la ida en La Romareda el 6 de noviembre y la vuelta sería el 27 de noviembre. Si el conjunto de Iván Martínez pasa dicha ronda ante el Gabala o el Apoel, jugará en casa y a partido único un encuentro ante un segundo clasificado de la ruta de la fase de grupos de la Champions League.