Son cinco, solo cinco, los jugadores de la actual plantilla que el club desea que sigan y que tienen contrato en vigor. Los cinco supervivientes, aunque hay uno de ellos, Cani, cuya continuidad está a expensas de su decisión personal sobre la retirada, pero el deseo del Zaragoza es que cumpla el año de contrato que le queda. Zapater, Valentín, Javi Ros y el meta Ratón, que este año ha jugado con ficha del filial, sí tienen su continuidad asegurada, salvo giro que no se espera, en el nuevo proyecto zaragocista que encabeza Natxo González.

Una temporada de contrato le resta a Zapater, cuyo rendimiento tras estar casi tres años sin jugar un partido oficial por sus molestias en la ingle, en el pubis y en la espalda, ha sorprendido a todos, hasta al propio futbolista, que ha jugado como titular los 42 partidos de Liga, con un total de 3.732 minutos. Es, además, el capitán y un elemento fundamental en la cohesión del vestuario.

Valentín, llegado en enero y con contrato hasta 2019, será el único defensa que siga en una zaga que este curso ha sido un coladero. El director deportivo zaragocista, Lalo Arantegui, le tiene fe ciega, ya que en su día le fichó para el Huesca. El central canario empezó jugando en el Zaragoza, pero apenas ha tenido minutos en el tramo final, salvo en el duelo ante el Tenerife con la salvación cerrada. Con Ros, al que le queda un año, también hay satisfacción con su rendimiento y su implicación en el vestuario y así se le ha hecho saber. Esta temporada ha jugado 38 partidos, 33 de ellos de titular y le queda un año más de contrato.

Álvaro Ratón, indiscutible para Láinez y el meta de mejor nivel en este curso, tiene plaza fija y el Zaragoza busca una cesión de un equipo de Primera (tanteó la del sevillista Caro, pero el club de Nervión se ha negado y seguirá en el Sevilla Atlético) para competir con el meta gallego, que tiene contrato hasta el 2019.

Cani cumplirá 36 años en agosto y anunció el miércoles pasado que debía meditar sobre su continuidad en el fútbol, que solo llevará a cabo si mantiene la ilusión y las ganas. El de Torrero no estará por estar y la imagen del sábado tras el partido en La Romareda junto a sus dos hijos puede ser significativa de que la decisión podría estar tomada. En todo caso, Cani no debe demorarse mucho en decidir, por la planificación de fichajes del club. El mediapunta ha jugado 32 partidos, 24 de titular y su protagonismo ha ido de más a menos, aunque también aportó como elemento de cohesión en el vestuario.

Resta Wilk, al que le han perseguido las lesiones en sus dos años como zaragocista. El club le ofrece renovar por una temporada, con el mínimo salarial, pero el polaco solo decidirá cuando vea claro que puede seguir en el fútbol tras tres operaciones en la misma rodilla.