A estas alturas, no se trata de un punto más sino de dos menos. La situación del Zaragoza es tan delicada y su estado de salud tan crítico que las victorias son el único tratamiento posible para mantener las constantes vitales. Aunque también es cierto que escapar de la derrota cuando esta parece segura supone una ingente dosis de oxígeno para un equipo demasiado acostumbrado a perder. Tuvo que ser un niño, el más joven de todos, el que saliera al rescate. A Iván Azón, que la pasada Nochebuena cumplió la mayoría de edad, le bastaron un par de minutos sobre el campo para hacer lo que otros llevan toda la temporada intentando. Menos mal.

El caso es que el Zaragoza mereció más pero el año nuevo no cambió los males que el equipo lleva arrastrando desde hace mucho, sobre todo, su desesperante candidez en las áreas, principalmente en la ajena, donde es incapaz de marcar un gol fuera de casa y, para una vez que lo hace, se lo anulan.

El Zaragoza planteó un partido a la contra. Consciente de las dificultades del rival para elaborar, dejó el balón en botas de Jurado y Aguza para protegerse atrás mediante dos líneas de cuatro muy juntas y cerrando huecos por el centro. El plan consistía en robar y salir rápido, pero la imprecisión de los de JIM lo hacía todo demasiado difícil.

La presión arriba del Zaragoza, elegida en determinadas situaciones y casi siempre mal ejecutada, apenas creaba problemas a un Cartagena que siempre recurría a Gallar entre líneas para encontrar el peligro. El catalán, tradicionalmente a gusto contra el Zaragoza, conectó con Aguza apenas rebasados los primeros diez minutos pero el disparo del mediocentro se marchó desviado.

Mientras, el equipo aragonés trataba de explotar el costado derecho de su ataque a través de las incursiones de Vigaray, que se alió con el Toro Fernández y Zanimacchia para que el italiano mandara el balón al poste en un remate a trompicones. La gran ocasión, justo en el primer cuarto de hora de partido, dejaba claro que los dos equipos tenían dos formas bien distintas de buscar las cosquillas de su oponente. El Cartagena lo intentaba por dentro. El Zaragoza, por fuera y a la carrera.

La posesión era local. El Cartagena tuvo el balón hasta un 70% del tiempo a lo largo de una primera parte en la que, sin embargo, las ocasiones fueron de los aragoneses a excepción de un disparo malintencionado de Gallar que acabó en Cristian. Tras un barullo en el área como consecuencia de un mal rechace de Marc a falta botada por Zanimacchia, llegó el gol. Narváez culminó con oficio una contra bien llevada por Francho, pero el árbitro del VAR, López Toca, pidió a Ais Reig que revisara la jugada porque el Toro Fernández, a un metro del portero, podía haber impedido a este una correcta visión del disparo. El tanto no subió al marcador. Poco dura la alegría en casa del pobre.

La lesión de Narváez apenas reanudado el choque tras el descanso aumentó las malas noticias para un Zaragoza que, sin embargo, encaró el duelo con un talante muy distinto al del primer periodo. Esta vez sí, el equipo aragonés salía a por su adversario, como había prometido JIM en la previa. En cuatro minutos, del 54 al 57, Francho, Jair, Toro y Bermejo habían malogrado cuatro buenas ocasiones y obligaban a sospechar que algo malo iba a pasar. Así fue. Al cuarto de hora, una innecesaria falta de Jair botada por Gallar era cabeceada a gol por Andújar ante la pasividad del Toro Fernández, su marca. Por primera vez, JIM afrontaba la necesidad de remontar.

El Cartagena se echó atrás y el Zaragoza era el mismo desastre de siempre en el ataque estático. El alicantino recurrió entonces a Azón para acompañar al Toro arriba en un 4-2-3-1 en el que Zapater apareció en lugar de un caótico Eguaras. Y, después de que el Toro volviera a enviar a la grada un mano a mano con Marc, los dos recién ingresados fabricaron el empate en una falta botada por el capitán y embocada por Azón.

Quedaban diez minutos, pero el Zaragoza se envolvió en miedo a perder el punto. Zapater no cometió penalti por un par de centímetros y Cristian evitó el tanto de Berto en una falta lateral en el descuento. El asedio final a balón parado se saldó sin males mayores y el Zaragoza respiró. Al menos, sigue vivo.

Cartagena: Marc Martínez; David Simón, David Andújar, Carlos David, David Forniés; José Ángel Jurado, Sergio Aguza (Pablo Clavería, 79), Álex Gallar, Nacho Gil (Berto Cayarga, 83); Elady (Jack Harper, 61) y Rubén Castro.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Vigaray (Tejero, 72), Francés, Jair, Nieto; Francho, Eguaras (Zapater, 79), Zanimachia (Igbekeme, 72), Chavarría (Iván Azón, 79); Toro Fernández y Narváez (Bermejo, 50).

Goles: 1-0. Minuto 60: David Andújar. 1-1. Minuto 81: Iván Azón.

Árbitro: Saúl Ais Reig, del comité valenciano. Mostró la tarjeta amarilla a los locales José Ángel Jurado, Sergio Aguza y Carlos David y a los visitantes Vigaray, Zapater e Igbekeme.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima jornada de LaLiga SmartBank de Segunda División que se disputó sin público en el estadio Cartagonova de Cartagena