Jesús Rodríguez Tato fue presentado ayer como el último fichaje del Real Zaragoza. El murciano, un futbolista "currante" y "de club", como él mismo se definió, llega para ocupar la única ficha libre que quedaba en la primera plantilla, aquella que fue durante unos minutos para Chuli antes de que la Liga dijese que no y de que el Betis se echase atrás. Su misión será ayudar al Zaragoza en todo el frente de ataque, puesto que puede ocupar cualquiera de las posiciones más adelantadas del equipo. Tiene 31 años y se encontraba actualmente sin equipo después de haber jugado la pasada campaña en Las Palmas y Girona, donde no marcó ningún gol.

Ha sido una incorporación inesperada, ya que hace tan solo una semana llegó a ser anunciado como nuevo refuerzo del Mallorca. "Fue una situación extraña como lo es la situación que vive el Mallorca. El manager general, Dudu Aouate, quería ficharme, pero a la hora de formalizar todo se produjeron ciertas discrepancias en el consejo, debido fundamentalmente a que hay controversia por la compraventa, y esto se utilizó como arma arrojadiza. Entonces decidimos retomar las conversaciones con el Zaragoza y cuando la dirección deportiva apostó por mí, decidí venir aquí", explicó el atacante, que debutó como profesional con el Murcia en Primera División en el año 2003 y después ha pasado por Lleida, Ceuta, Cartagena, Albacete, Xerez, Las Palmas y Girona, donde jugó los últimos seis meses de la pasada campaña.

Llega sin rodaje, puesto que no ha tenido un entrenamiento de nivel durante el verano, así que necesitará dos o tres semanas para coger el ritmo. "En verano he estado trabajando de manera individual en Sevilla con una empresa, pero ahora he estado diez días parado en Palma. Primero necesito asentarme y encontrar vivienda, y luego unos días para acoplarme al equipo", manifestó Tato, que aseguró poder jugar "en cualquiera de las posiciones de ataque". "Me siento más cómodo en la mediapunta, pero también puedo jugar en las bandas. Aquí me va a costar encontrar sitio, eso ya lo sé, porque hay competencia".

El Zaragoza espera que aporte su templanza y veteranía a una plantilla que le está costando arrancar en Segunda División. "Lo primero que espero es ponerme a tope para poder competir. Al equipo le está costando un poco al principio porque los fichajes han llegado tarde, pero lo único que le hace falta es ir acoplándose. En unas jornadas se verá un equipo más rodado", manifestó el recién llegado, que ha firmado por una temporada con el club aragonés. "Tengo experiencia en la categoría, en muchos clubs y en diferentes situaciones".

La pasada campaña la comenzó en Las Palmas, donde tuvo poco protagonismo. Por eso decidió marcharse al Girona "a finales de enero en busca de más minutos" y de una experiencia "muy buena para mí ya que conseguí lo que quería". En Montilivi fue un futbolista importante pese a no haber marcado ningún gol en los 12 partidos en los que participó. Quizá se debió, como explicó también Martín González, a que jugó más pegado a la banda que en anteriores equipos (en el Albacete marcó 13 goles). El caso es que se sintió importante, pese a no haber podido aportar goles. "Soy currante, nada egoísta, un futbolista de club. El año pasado jugué más en banda, pero en cada equipo se me ha pedido una cosa y yo he intentado contribuir".