Mal había sentado saber que el Real Zaragoza iba a disputar tres partidos en poco más de seis días, desde la noche de este sábado hasta el viernes de la semana siguiente. Habría decenas de combinaciones para evitar que el equipo aragonés tuviese que jugar en ese breve espacio tres encuentros, incluido el de la Copa del Rey frente al Valencia, el rival de Primera División que le tocó en la eliminatoria de los dieciseisavos de final, que se disputa a doble partido. Sin embargo, al Zaragoza le han comprimido el calendario hasta el extremo, apurando el margen horario mínimo que se entiende que debe de haber entre dos encuentros. Jugará pasado mañana a las 20.30 horas en la Ciudad Deportiva del Sevilla, se medirá el martes a las ocho de la tarde al Valencia en La Romareda y repetirá en casa solo tres días después ante la Leonesa (21.00). Después estará diez días sin jugar, un disparate que se completa con el arrinconamiento del derbi aragonés, que la Liga de Fútbol Profesional ha colocado el lunes 6 de noviembre a las 9 de la noche.

El mosqueo fue morrocotudo ayer en Aragón. Más de uno en Zaragoza se había hecho a la idea de desplazarse junto a su equipo a El Alcoraz. Al otro lado, se pensaba en la buena taquilla que suele quedar en Huesca con la visita zaragocista. No será igual, aparentemente, aunque habrá que esperar a saber en qué momento llegan ambos equipos al derbi aragonés, que incluso podría medirse en palabras de playoff. Más de un aficionado explicó ayer la imposibilidad de acudir un lunes en ese horario a este partido de la decimotercera jornada. A algunos no les da tiempo a llegar, otros deben madrugar al día siguiente... A una gran mayoría, en fin, le viene mal esa hora, sobre todo ese día, y quedan descartados un montón de niños que se apuntan a ese cómodo desplazamiento.

Pero la televisión no ha perdonado. El equipo que dirige Natxo González es, con mucha diferencia, el más visto de Segunda División y la cadena Gol lo incluye prácticamente todos los fines de semana entre sus elecciones de fútbol en abierto. Ha dado nueve partidos del Zaragoza en lo que va de temporada, siete de Liga y dos de Copa. Solo no ha emitido la visita del Alcorcón a La Romareda (La Liga 123), la del Granada en Liga (Movistar Partidazo) y la visita a Lorca el pasado miércoles, también por el canal de la Liga de Fútbol Profesional.

Es evidente por qué Gol emite tantos partidos del Zaragoza en abierto. El equipo aragonés es, con diferencia, el más visto de la categoría. Ya lo fue la pasada temporada, con una audiencia global de 10 millones de espectadores, muy por encima de otros como Cádiz, Tenerife, Rayo Vallecano, Oviedo o Girona, que no llegaron a los cuatro.

En este curso ha ido de récord en récord. Fue líder de audiencia en los partidos ante el Tenerife, el Córdoba, el Oviedo, el Nástic y el Numancia, siempre rondando o superando los 300.000 espectadores. Ante el Osasuna llegó el último domingo a los 446.000, con un 2,7% de cuota de pantalla.

«Es un partido que, en el momento en el que pueden llegar los dos equipos, habría llevado mucha gente siendo en sábado, por ejemplo. Es un desplazamiento muy cómodo, para los niños también, que en este caso pueden ser los mayores perjudicados», explica José Vicente Casanova, presidente de la Federación de Peñas del Real Zaragoza, que se lamenta de un problema «que viene de toda la temporada». Tanto es así que las peñas no han podido organizar todavía ningún desplazamiento este curso.

La noticia produjo «rebote» entre la gente que pensaba viajar y no puede, «aunque si el equipo gana en Sevilla y a la Cultural Leonesa, ese partido sería la bomba con los dos equipos arriba». En ese caso, «aunque la gente está muy molesta, habrá muchos que irán, seguro. Hay que tener en cuenta que la gente más perjudicada con los horarios de esta temporada es precisamente la que le gusta viajar».