Durante una buena parte de este verano el zaragocismo contempló la fecha del 23 de agosto, el inicio de la competición oficial ante el Recreativo en el Colombino, con más terror a que ese telón no se abriera que con la ilusión que siempre implica una nueva temporada. El club cambió de manos, finalizó la devastadora etapa de Agapito Iglesias, que puso al borde del abismo a una institución de más de 80 años de historia, y el Real Zaragoza, con terribles limitaciones económicas, consecuencia del pasado, sale a competir hoy. Es decir, vive. Con la escasa disponibilidad económica, con la plantilla aún a medio hacer, con no menos de seis refuerzos por llegar, con varias salidas por cerrar y con una pretemporada inútil por el grado de provisionalidad del equipo, el rendimiento de este Zaragoza es una incógnita mayor que nunca en la historia reciente, si bien solo que la función ya comience hoy supone un motivo de ilusión.

A las dudas e incertidumbres que vivió el club por su derrumbe con Agapito Iglesias y con el caótico proceso de venta hasta que irrumpió a mediados de julio la Fundación Zaragoza 2032 se añadieron después las propias interrogantes de la Liga, que hasta el jueves no cerró de manera provisional, aunque sí suficiente para iniciar la competición, el caso del descenso del Murcia, finalmente condenado a jugar en Segunda B. Al Zaragoza le habría venido muy bien ese aplazamiento de la competición que se manejó en un primer momento para conjuntar más la plantilla, aunque una Liga con más de 22 equipos hubiera sido también contraproducente por la limitación de 18 fichas profesionales. El caso es que al final Huelva y el 23 de agosto marcan este arranque zaragocista.

¿A qué puede aspirar el Zaragoza? Por nombre y por historia su obligación es mirar al retorno a Primera. Más, con la amenaza de la activación del convenio de acreedores a partir del 2016 si el equipo sigue en la categoría de plata. Sin embargo, las limitaciones económicas de la Liga y las circunstancias han sido y son tan terribles y los cambios en la plantilla tan enormes que hablar ahora de candidatura a subir es injusto, o cuanto menos precipitado, y ninguno de los nuevos dirigentes, y mucho menos Víctor Muñoz, lo han hecho.

Además, la Segunda, igual de limitada en lo económico, apunta a ser más dura que el curso pasado, donde el ascenso fue uno de los más baratos que se recuerdan. Han regresado históricos, como Betis, el gran candidato, Valladolid y Osasuna, los tres descendidos, pero también el Racing o el Albacete, estos de Segunda B. Y siguen Las Palmas, Tenerife, Mallorca, Sporting o el propio Recreativo, todos con la idea de volver a Primera.

VIENTO A FAVOR Sin embargo, el Zaragoza, que se está moviendo con limitaciones pero razonablemente bien en el mercado, sí puede contar con un intangible en este curso que no tenía en los últimos años con Agapito: el viento a favor. Con el soriano, la división social, el alejamiento del zaragocismo, los problemas económicos y la ruptura con instituciones, clubs y agentes sociales hacían que casi cualquier futbolista que llegara, muchos de bajo nivel, aún ofreciera un rendimiento menor del esperado. Eso, sin duda, debe cambiar ahora.

REVOLUCIÓN TOTAL El Zaragoza que hoy sale a competir en Huelva solo tiene a dos jugadores de la pasada plantilla, Fernández y Javi Álamo, que regresa a Huelva convertido en el estandarte zaragocista, que tienen segura su continuidad. Rico y Whalley serían el tercero y el cuarto, pero mantienen ficha del filial. Alcolea está en la rampa de salida y Porcar y Ortí han regresado tras cesión, aunque pueden salir y el último de ellos además anda aún lesionado. Hasta ahí llega el grado de reconversión zaragocista, donde hasta 12 jugadores de los 20 que están en Huelva podrían hacer su debut oficial. Uno seguro que no lo hará, Mario, por culpa de una medicación no autorizada.

El once que hoy presentará Víctor en el Colombino aún tendrá claras referencias de esta pretemporada llena de canteranos, ya que los juveniles Vallejo y Muñoz serán titulares y Adán Pérez, con su recién estrenada ficha del primer equipo, tendrá otra ocasión de seguir derribando la puerta a golpe de goles para no tener que salir cedido como quiere el club. Los tres, Vallejo, Muñoz y Adán, estrenarán la camiseta zaragocista en cita oficial. Sí, hay cantera.

OLTRA Y BRAULIO El Recre ha vivido menos cambios, porque la revolución a todos los niveles del club aragonés no tiene parangón en el fútbol español. Quizá ni en el mundial. El conjunto onubense ha cambiado de timón en el banquillo con la llegada de José Luis Oltra para sustituir a Sergi, tras dos temporadas con el exbarcelonista, que nunca metió al equipo en promoción, y también anda con la plantilla a medio hacer, a expensas de refuerzos. Uno de ellos, Braulio, es bien conocido en el Zaragoza, donde vivió un triste paso con demandas por abuso sexual que han lastrado su carrera, como se demostró este verano con las negativas de dos equipos colombianos a su fichaje por ese motivo, aunque al final el Recre le abriera las puertas.