César Láinez no pudo evitar finalmente el quirófano y ayer a primera hora de la mañana fue intervenido de su rodilla izquierda en la Clínica Quirón por segunda ocasión en menos de mes y medio. El guardameta se puso en manos del doctor Manuel Naval, que ya le operó en agosto de un ligero desprendimiento de una parte del cartílago sufrido durante el stage de Inglaterra, para subsanar la inflamación en su articulación maltrecha que le apareció en la tarde del viernes y que no le permitió viajar a Málaga. Según el jugador y el propio médico, la operación fue sencilla y con ella se logró coser la vena mal cicatrizada por la que se está filtrando la sangre y producía la hinchazón. "El tejido se había desprendido, había cicatrizado mal de la última operación y por algún golpe tras caer mal de este lado o haberme tirado demasiado", dijo el zaragocista en la habitación de la clínica Quirón poco después de salir del quirófano.

César Láinez recibió el alta ayer mismo y salió del centro médico con su propio pie al mediodía. Antes de eso, el jugador, postrado en la cama, se mostraba tranquilo y despreocupado, acostumbrado ya al tormento que le imponen sus rodillas. Por eso, ahora, en vez de pensar cuando podrá jugar sólo quiere recuperarse bien. No se pone plazos. "Lo único que me preocupa es que esté todo bien. No me quiero marcar plazos. Cuando sea estaré para jugar, cuando me dejen los médicos", apuntó el guardameta, que ya se ha perdido la Supercopa y los dos primeros de Liga.

PACIENCIA AL PACIENTE La operación no duró más de 20 minutos y sólo fue necesaria una pequeña apertura para acceder a la vena dañada. La exploración negó la existencia de una dolencia mayor, así como la comprobación de la no existencia de una infección. "Lo único es que me ha costado casi una hora recuperarme de la anestesia. He ido viendo como iban pasando el resto de operados", bromeó el aragonés.

Láinez pasará hoy una revisión y mañana será sometido a una cura de la herida. Ninguna de las partes se atrevió ayer a dar una fecha para la reaparición del guardameta. "Pueden ser dos como 20 días. Tenemos que ser prudentes", comentó el facultativo. La paciencia va a ser la obligada compañera de Láinez. El estado de sus dos rodillas (en las que acumula ya siete operaciones y no tiene meniscos) es bueno para su abultado historial médico, pero, la recomendación que le hizo ayer el doctor Naval es clara. "Hemos logrado evacuar el hematoma, que a causa de su ímpetu por volver a jugar se traumatizó de nuevo. No sospecho que vuelva a tener problemas. Ahora tendrá que tomarse las cosas con más tranquilidad", aconsejó el doctor Naval.