Un Zaragoza más competitivo para luchar por el único, obligado y triste objetivo de la permanencia ha traído el difícil mercado de enero, aún más complicado este año por la situación económica en la pandemia y por el escaso volumen que había en la oferta de jugadores. Ese es el balance de Miguel Torrecilla tras los fichajes de Peybernes, Alegría y Sanabria y las salidas de Jannick, Raí, Papu y Guitián. “Si no se hubiese hecho ninguna contratación tendríamos una base sólida para lograr el objetivo", comenzó diciendo, para después añadir: "Consideramos que la plantilla actual tiene experiencia, fútbol y nivel para tener mucho margen de crecimiento. Sale el equipo más competitivo en el día a día, hemos detectado una progresión, un rendimiento mayor y un crecimiento en el nivel de competencia y eso se tiene que ver reflejado en la competición”, argumento Torrecilla, que cerró en la práctica la posibilidad de ir a por un jugador en paro, porque para eso se tendría que dar una salida de un futbolista a uno de los “6 o 7 mercados que hay abiertos ahora”. Además, explicó que la despedida de Vuckic en forma de cesión no se pudo cerrar porque no había un destino que le garantizara tener muchos minutos y que en las ofertas por futbolistas de la plantilla, sobre todo por Narváez, la SAD se habían remitido a la cláusula.

“Una de las premisas que teníamos era no debilitarnos y jugadores que eran apetecibles remitirnos a las cláusulas. No me han preocupado esas posibles ofertas. El club tiene bien protegido el patrimonio propio y estábamos tranquilos con que eso no se iba a dar porque el covid ha generado una época difícil con un impacto negativo en los presupuestos y, de esas posibles propuestas, ninguna iba a llegar a la cláusula”, argumentó el director deportivo. Francho Serrano, Chavarría, Francés y sobre todo Narváez eran los jugadores más apetecibles y todos tienen cláusulas a partir de los 8 millones. Por el ariete colombiano, el máximo goleador del equipo, hubo una oferta del Elche de dos.

Para el responsable de la parcela deportiva, que llegó al club a principios de diciembre, “con el tren en marcha” se ha cumplido el guion que se marcó cuando llegó. “La idea inicial era la de contratar un jugador por línea y con la llegada de Sanabria quedó concluida y después estuvimos atentos a que el mercado pudiera dar alguna alternativa a los jugadores que menos participan y, si se daba el caso de esa salida, cerrar una sustitución de ese futbolista”. En ese caso, el principal señalado para irse era Vuckic, cuyo adiós significaba liberar casi 200.000 euros de salario. Lo cierto es que el esloveno no ha querido moverse y las opciones que ha tenido no se han acercado a cubrir su la parte de su salario. “Haris podía tener una dificultad para ser un futbolista repetitivamente titular aquí y buscamos alternativas para que donde fuera lo hiciera a jugar muchos minutos, pero garantizar eso era muy difícil. Esa circunstancia no se ha dado. Ahora tiene que pelear por cambiar esa situación, su rol actual, y tiene cualidades para hacerlo”. Se le ofreció, en una cesión con opción de compra, en Holanda, Bélgica, Francia, Chipre o Turquía, incluso el último día tuvo alguna opción en el Oviedo o el Sporting, pero fue imposible. En Europa, los mercados en Rusia, Bulgaria, Portugal, Polonia, Croacia, República Checa, Suecia, Noruega o Rumanía aún están abiertos, algunos de ellos solo por unos pocos días más, pero es más que improbable que Vuckic pueda encontrar una salida allí, empezando porque el jugador no quiere marcharse.

Torrecilla es consciente de que esa salida aún se podría dar, igual que otras, pero es muy difícil que llegue en un mercado de los todavía abiertos. Si se da, el club estudiaría ir a por un futbolista en paro, aunque es altamente improbable. “No nos centramos en eso y si aparecen es porque sus agentes las hayan trabajado, Habría que valorarlas entonces, pero no estamos pendientes de que eso pueda suceder. Tenemos que centrarnos en esta plantilla y es con la que creemos sin lugar a dudas de que se va a cumplir el objetivo”, resumió.

El problema del gol

Esa plantilla ha anotado solo 15 tantos en 23 jornadas, dos de ellos en propia puerta de los rivales. La carencia del gol es manifiesta y en el ataque solo ha llegado Álex Alegría. “Lo importante es que el gol que sí vemos que están teniendo en los entrenamientos se refleje en la competición. Son jugadores que en el día a día generan y finalizan ocasiones. Esa es la clave de que esas malas rachas de algunos cambien y los Narváez, Bermejo o Chavarría que ya han visto puerta aumenten sus cifras”, argumentó Torrecilla, manteniendo la fe en la pólvora actual del equipo, sin que haya sido posible aumentarla con la llegada de un extremo, quizá una prioridad mayor que la de un central, donde sí llegó Peybernes. “Hablamos con Guitián, le dijimos que le quedaban seis meses de contrato y que no le podíamos garantizar una continuidad en forma de renovación. Era esa idea de columna vertebral, un central, un centrocampista dependiendo de las posibilidades del mercado, más ofensivo o menos, y al final Sanabria es un futbolista mixto, y un delantero. El extremo se daba en función de si algún jugador que no estuviera participando pudiera salir para tener esos minutos. Ahí hubiésemos ido a por ese extremo”, justificó.

La medida de LaLiga de no aceptar al final los ingresos por taquillas y solo los de abonos acreditados redujo el margen del Zaragoza, que era de 800.000 euros, a la mínima expresión, pero también el de otros clubs en un mercado diferente al de otros años. “El fútbol pospandemia ha cambiado mucho con los 5 cambios y los 23 convocados y este mercado de invierno lo llamo siempre el de los enfadados entre comillas. Ese volumen de mercado ha sido inferior porque ha habido menos jugadores, ya que están en la dinámica de ir al banquillo, de ser el cuarto o quinto cambio”, explicó, para no entrar después en la cantidad que había tenido el Zaragoza, muy escasa en todo caso y con las necesarias salidas para ampliarla. “Las armas que ha puesto el club las he considerado suficientes, sabíamos que de las tres contrataciones cada una tendría un rol distinto. Y se ha cumplido. Una ha sido más gravosa económicamente y las otras dos más sencillas”, indicó. La mayor de las tres cesiones sin opción de compra es la de Alegría, por la que el Zaragoza asume en torno a 200.000 euros de su salario en el Mallorca, mientras que el desembolso por Peybernes, cedido del Almería, y Sanabria, que llega del Atlético B, un filial, es menor, aunque en el caso del centrocampista uruguayo se asuma toda la ficha hasta junio.

El rol de los canteranos

Esos fichajes pueden cambiar el rol de los canteranos. Peybernes es competencia de Francés, inscrito con ficha del primer equipo ya, Sanabria de Francho y Álex Alegría pone aún más difíciles las cosas en ataque a Iván Azón, que ha perdido peso con la llegada de JIM. “Los canteranos quedan en el mismo rol que antes, son futbolistas capacitados para disputar el puesto a cualquiera y que están en un crecimiento constante, en ellos el club tiene puesta una expectativa tremenda, nadie es capaz de vislumbrar su futuro porque ellos lo tienen que escribir. Nos ilusionan mucho”, dijo Torrecilla, que no quiso olvidarse de Jannick, cedido al UCAM Murcia, porque “alabo el paso que ha dado de entender que una cesión es parte de un proceso para buscar minutos y de un proceso formativo”.