Los 37 puntos y los dos partidos en casa, ante Racing y Valencia, en el horizonte hacen pensar que el Zaragoza puede dejar sellada su permanencia en la élite en La Romareda --la teoría de cursos anteriores habla de unos 43 puntos, pero este año es probable que la salvación esté más barata-- en dos citas que, eso sí, no son nada fáciles, casi trampa cabría denominarlas. El equipo cántabro, que acude al Municipal el próximo domingo (17.30 horas), es el mejor visitante de la Liga sin contar a los cuatro grandes y primeros clasificados con ventaja del torneo doméstico --Real Madrid, Valencia, Deportivo y Barcelona--, mientras que el conjunto valencianista es, de largo, el conjunto más temible del campeonato a domicilio, donde ha sumado 31 de los 45 puntos que ha disputado y sólo ha caído derrotado en dos ocasiones.

"El objetivo es lograr la salvación lo antes posible". Es la sentencia más repetida en la plantilla. Y lo inmediato son los das citas en casa que afronta el Zaragoza, aunque es verdad que tras éstas aún restarán seis jornadas para el final, lo que abre un gran margen de error para el conjunto aragonés, al que la racha de seis partidos invicto que acumula le ha situado a un paso de una permanencia que se veía mucho más difícil hace un mes y medio.

Pero ese paso hay que darlo y, cuanto antes, mejor. Y un buen sitio para hacerlo es La Romareda, un campo donde el Zaragoza ha mejorado sus números en los últimos tiempos, ya que no cae derrotado en su feudo desde el pasado 25 de enero, cuando el Mallorca logró el triunfo por 1-3 en el debut de Víctor Muñoz en el banquillo zaragocista. Después, se han conseguido tres victorias, frente a Real Sociedad (2-1), Villarreal (4-1) y Málaga (1-0), y un empate, ante el Espanyol (1-1).

Sin embargo, las dos próximas pruebas elevan el listón de dificultad para mantener esta buena racha. El Racing, que acumula 20 puntos fuera --si no fuera por su mala estadísitica en El Sardinero ocuparía plaza europea--, ya ha dejado claro en este curso su capacidad a domicilio, donde ha vencido a Valladolid (0-4), Celta (0-1), Valencia (1-2), Athletic (1-2) y Espanyol (0-1), además de empatar en campos como Riazor o el Calderón. El equipo de Lucas Alcaraz se encuentra muy cómodo fuera de casa, donde su fútbol ordenado y la velocidad de Regueiro, Benayoun, Morán, Bodipo o Javi Guerrero son toda una garantía. Es verdad que el balance cántabro de foráneo ha perdido el relumbrón que tenía a principio de curso, pero cabe recordar que su última visita, al Olímpico de Montjuïc, la saldó con un triunfo por la mínima.

UN RIVAL TEMIBLE Pero si el Racing da respeto, el Valencia es, simplemente, temible lejos de Mestalla. Nueve triunfos y cuatro empates en quince partidos acreditan a uno de los aspirantes al título, que se fue, por ejemplo, de Málaga con seis goles en su cuenta o que marcó cinco en su desplazamiento a Palma de Mallorca. Sólo ha caído en Montjuïc ante el Espanyol, en un choque marcado por la nieve, y en Riazor frente a un Deportivo que ganó casi sobre la bocina. Y en ambas ocasiones lo hizo por la mínima, 2-1. El técnico valencianista, Rafael Benítez, ha confeccionado un bloque que se mueve como pez en el agua cuando deja la iniciativa al rival, que llega como un ciclón al último tramo de campeonato para pelear por la Liga y al que resulta casi imposible remontar si se adelanta en el marcador.