La recuperación que vive el Real Zaragoza, en los números, con 10 puntos de 15, y en las sensaciones desde que Víctor Fernández tomó el timón de un barco que navegaba con Lucas Alcaraz hacia la tragedia se enfrenta esta noche (21.00 h.) en el estadio de Gran Canaria a una cita decisiva. Quien más quien menos en el club, en el vestuario y en la afición hace cuentas mirando hacia arriba. No se dice pero se suma y se hacen cábalas recordando lo sucedido el curso pasado, con aquella formidable reacción para acabar en playoff. Sí, lo primero es huir de la quema, pero esta Segunda eterna e igualada concede bolas extra en muchas ocasiones. Ganar a Las Palmas, un candidato venido a menos y con tantos problemas en este curso como los que ha tenido el Zaragoza, reforzaría la sensación de que se está a tiempo de todo, también de atrapar ese tren con destino a la promoción. Aunque nadie lo dirá en voz alta, claro está.

El partido es todo un examen de fiabilidad para el Zaragoza de Víctor. Las Palmas no ha perdido en su feudo, donde ni siquiera sabe lo que es ir por detrás en el marcador, y el equipo zaragocista llega con una colección de bajas que convierte la plantilla en una visita a la enfermería. Papu, Lasure, Guti, Álex Muñoz y los habituales Grippo y Toquero no están disponibles, como tampoco, salvo giro inesperado, Javi Ros, aunque el navarro al final ha viajado con el alta médica.

A la isla también han llegado tocados Alberto Benito, con molestias en el aductor, y Álvaro Vázquez, renqueante en un gemelo y en un muslo. Al primero no se le forzará y el goleador contra el Oviedo, con aquella obra de arte de espuela, sí estará salvo sorpresa en el once para ver si continúa en estado de gracia. También se ha llevado Víctor a Las Palmas a Linares y Dorado, los dos únicos fichajes del mercado invernal, dos futbolistas de pasado zaragocista que seguro que van a aportar poso y más nivel a la plantilla, aunque esta noche aguardarán turno en el banquillo.

NIETO, LA APUESTA

De hecho, la baja de Papu da sitio, merecido, en el once a Soro y el otro cambio que está previsto con respecto a la victoria contra el Oviedo es la entrada de Nieto en el lateral izquierdo en lugar de Lasure. El canterano tiene también su propia reválida para demostrar que es una opción fiable en el costado zurdo, sobre todo en las prestaciones defensivas. El resto del once apunta a ser el mismo, salvo que las molestias de Álvaro digan lo contrario, lo que daría turno a Marc Gual.

El Zaragoza, contra el Oviedo, ofreció muy buenas sensaciones en la segunda parte y, penalti parado por Cristian mediante, aprobó la asignatura de dejar su portería a cero, como también la de marcar antes que el rival. Es indudable que con Víctor en las cinco jornadas anteriores no han dejado de darse pasos hacia delante. Ganar en un feudo donde nadie lo ha hecho y ante un equipo diseñado para subir sería mucho más que un paso, significaría un salto en toda la regla.

Dice la estadística, sin embargo, que ese avance no será fácil, que al calor de su gente la irregularidad de Las Palmas da su versión positiva y, además, Paco Herrera parece que le está cogiendo el tino al equipo tras unos comienzos desoladores después de relevar a Manolo Jiménez. Tres jornadas sin perder acumulan los canarios, aunque solo una victoria en las últimas 12 citas, un dato impropio de una plantilla hecha con mucho dinero y con el único objetivo de acabar entre los dos primeros al final. Ahora, el conjunto amarillo busca agarrar el tren de la promoción, que tiene a nueve puntos, y solo le vale ganar. Lo mismo que el Zaragoza, que regresa a la isla donde se quedó a las puertas del ascenso en 2015, con la necesidad de poner más tierra de por medio con el descenso, ahora a cuatro puntos, pero también con la mirada puesta en coger otro tren, el que lleva a lugares que parecían negados hace solo un mes.