Carlos Nieto es otro zaragocista que ha mamado Ciudad Deportiva y trabajado duro para llegar al primer equipo. Su caso es extrañamente bizarro, pero que le haya costado más que a otros no quiere decir ni mucho menos que no se lo haya ganado ni que esté menos capacitado. Sorprendió a Idiakez y luce con orgullo el escudo del león en el pecho y el ‘17’ a la espalda. Ha llegado para quedarse.

A Nieto le llegó una segunda oportunidad, más tarde de lo que él hubiera deseado probablemente, pero agachó la cabeza y convenció: «El año pasado tuvimos una temporada difícil en el filial y este verano no contaba con hacer la pretemporada con el primer equipo, pero surgió la oportunidad y desde ese momento solo pensé en coger este tren». Volvió a pasar y esta vez no lo dejó escapar.

Debutó con solo 18 años en el lateral izquierdo y en un momento complicado por el cambio en la propiedad de la entidad, allá por mitad de septiembre del 2014, hace casi cuatro años. Lo hizo como titular ante el Sabadell y la siguiente jornada repitió en el once ante el Alavés. En ambos encuentros fue sustituido. Y se evaporó.

El de La Almozara ayudó en el filial en Segunda B, pero no se consiguió el objetivo de mantener la categoría. Al curso siguiente, a mitad, Lluís Carreras le llamó a filas ante el Mirandés, de nuevo en La Romareda. Le tocó salir pasado un cuarto de hora de encuentro por una lesión de Isaac Carcelén. Y ese fue su último partido con la elástica blanquilla.

Volvió a trabajar en la sombra, cogiendo galones siendo uno de los jugadores más veteranos del filial y currando en silencio para que volviera la oportunidad de participar con el primer equipo. Algún entrenamiento, pero nada, no llegaba la ocasión.

En el segundo equipo se reinventó. No desdeña la parcela ofensiva y de hecho es una de sus principales virtudes, sin obviar su capacidad para la defensa. Por ello Láinez o Javi Suárez vieron que podía rendir mejor como interior o extremo izquierdo, un paso por delante de lo que acostumbraba hasta entonces, aunque tampoco era una posición nueva para él. Idiakez se fijó en él y su buen hacer en la pretemporada propició su renovación por el primer equipo para cuatro temporadas. Uno de los aspectos que más valoró el técnico y la dirección deportiva es su capacidad para amoldarse a diferentes posiciones del campo. «Estoy en un momento en el que no me definiría. Me encuentro cómodo y puedo ayudar al equipo en las dos posiciones, la de lateral y la de interior. Es un factor a mi favor porque puedo contar con más minutos», comentó el canterano zaragocista.

Tanto es así que volvió a pisar el césped de La Romareda con el primer equipo ante el Rayo Majadahonda como interior y ante Las Palmas disputó el partido completo en el lateral zurdo ganándole la partida a Diego Aguirre. Aún así, sabe que tiene todavía mucho camino por recorrer y que es una carrera de fondo con compañeros de posición que pelearán hasta la última gota de sudor por jugar. Y está Lasure, dueño y señor del carril en la segunda parte del curso pasado. Por ello, hay que seguir picando piedra: «Estoy contento por jugar los 90 minutos y por empezar de titular, pero tengo que seguir trabajando y aprovechando todas estas oportunidades». Nieto ha ganado en madurez. Pensaba que podía haber perdido su último tren por el paso de los meses y años, pero volvió a acercarse y se montó. A seguir.