Prácticamente intrascendente. Incluso para muchos aficionados zaragocistas este partido sobra. No por nada en especial, simplemente por las ganas y el ansia que se respira en el zaragocismo, jugadores incluidos, porque llegue el playoff de ascenso a Primera División, que ya está a la vuelta de la esquina. Habrá que esperar al miércoles o al jueves para jugar, eso dependerá de si se termina tercero o cuarto, el único aliciente que tiene el encuentro deportivamente hablando y sin contar el maremoto creado en torno al futuro de Natxo González, claro.

Entre medio hay un partido ante el Barcelona B en el Mini Estadi en el que, por fortuna, el Real Zaragoza no se juega nada más allá de definir el puesto final. Será cuarto pase lo que pase en los otros campos, ya que ningún equipo le puede alcanzar. Eso sí, para superar al Sporting de Gijón solo hay una combinación posible. Los asturianos tienen que perder en el Nuevo Arcángel ante un Córdoba que se juega la vida después de una segunda vuelta de ascenso y, en suma, los blanquillos deben ganar al filial azulgrana a domicilio. Cualquier otro escenario deja al Real Zaragoza cuarto.

Muchos descansos / Dos incógnitas sobrevuelan el encuentro. La primera es qué hará Natxo González con respecto a las rotaciones. Ayer en rueda de prensa dejó claro que da «prioridad a la eliminatoria de playoff» antes que a terminar tercero. Además, puntualizó que habrá jugadores que tengan que arriesgarse y jugar con cuatro tarjetas amarillas y apercibidos de sanción, pero que sacará un once de garantías.

Solo Natxo sabe el equipo que alineará como titular, pero hay varios puntos que parecen muy claros. Uno de ellos, directamente porque así lo anunció él en rueda de prensa, es que jugará como titular Simone Grippo tras recuperarse de su esguince de rodilla para adquirir ritmo de juego y minutos antes de la batalla por el ascenso después de haber estado fuera en los últimos seis encuentros. Lo hará por Mikel González, que está apercibido. Habrá que ver también si Verdasca descansa y sale Perone y si el portugués se mantiene en la zaga.

Otros jugadores con carga excesiva de minutos podrían descansar. Es el caso de Lasure, que lleva 21 partidos consecutivos, o el de Borja Iglesias y Zapater, ya que los dos superan los 3.000 minutos. Otro cambio seguro será el del guardameta. Álvaro Ratón jugará en detrimento de Cristian Álvarez para que el argentino pueda descansar.

Con Raúl Guti, que tiene problemas de pubis, no se quiere arriesgar y se intentará que esté en la promoción lo antes posible. Tampoco jugará en principio Papunashvili, que también tiene cuatro amarillas. Lo paradójico es que sus sustitutos naturales, Buff y Febas, están en la misma situación.

Cómo reaccionaran los jugadores es otra de las dudas. Por un lado apenas hay nada en juego más allá de la tercera plaza. Es importante, pero no tanto como el entrar en la promoción. No hay que olvidar la marejada que se ha generado en los últimos días con la salida de Natxo González rumbo al Deportivo de La Coruña. Los jugadores han cerrado filas y aseguran de forma tajante que no les afecta, pero habrá que ver si es verdad cuando se plasme sobre el césped del Mini Estadi.

El rival / El Barcelona B, después de una temporada de altibajos con un final decepcionante, se despide de la Segunda División tras haber certificado ante el Albacete su descenso de categoría. Es el peor local con 20 puntos, pero jugará sin presión. Además será el último encuentro de muchos jugadores del filial azulgrana.

Por ejemplo, Aleñá apunta al primer equipo y cedidos como Cristian Rivera, Vitinho, David Costas, Nahuel o Samu Araujo. En el plano deportivo, García Pimienta no podrá contar con Oriol Busquets, Arnaiz y Jorge Cuenca por lesión, mientras que recupera a Abel Ruiz, autor del tanto en el duelo de la primera vuelta en La Romareda.

Toca rotar, descansar, jugar, ganar y tratar de ser terceros. Todo sea por calmar los ánimos tras la noticia de la salida de Natxo González. Después, cuatro partidos para soñar.