El FC Utrecht, primer rival del Real Zaragoza en la fase de grupos de la Copa de la UEFA, estará apoyado el próximo jueves por más de 800 aficionados en La Romareda. Para poder realizar este viaje los hinchas del cuadro holandés, que suelen desplazarse habitualmente en masa con el equipo, se han comprometido con el club a tener un buen comportamiento, tanto fuera como dentro del estadio, durante su estancia en la capital aragonesa. Por este motivo, todos ellos se han visto obligados a firmar un contrato con el FC Utrecht en el que ha quedado reflejado que se pagarán todos los daños que puedan produzcan en el caso de provocar algún incidente.

Con esa drástica y poco habitual medida, los dirigentes del FC Utrecht intentan evitar que sus seguidores vuelvan a ser protagonistas de un suceso como el acaecido el pasado 30 de septiembre en campo del Djugardens IF sueco. En esa ocasión, como motivo del partido de vuelta de la primera eliminatoria de la Copa de la UEFA, los hinchas del equipo holandés hirieron con una moneda a Pa Dembo Tourray, portero del cuadro local, y el máximo organismo del fútbol europeo decidió sancionar al rival del Zaragoza con una multa de 9.700 euros (más de millón y medio de pesetas). En la ida, el FC Utrecht se había impuesto al Djugardens IF por 4-0 y sus seguidores se las prometían muy felices en Suecia, pero, cuando los suecos se pusieron con un peligroso 3-0 en el marcador, algunos de ellos se pusieron más nerviosos de la cuenta y lo pagaron con Tourray. El portero, no obstante, pudo terminar el encuentro y los holandeses superaron la eliminatoria por un apretado global de 4-3.

Reincidentes

El problema para los dirigentes del FC Utrecht es que sus hinchas son reincidentes a la hora de crear recientemente altercados en la Copa de la UEFA y por este motivo quieren evitar que vuelvan a protagonizar cualquier incidente. En el año 2002, durante un choque en casa con el Legia de Varsovia, invadieron el campo y la UEFA tomó la determinación de clausurar el estadio del club holandés por un partido. Este castigo, al ser eliminado por los polacos, tuvo que cumplirlo a la campaña siguiente, en septiembre del 2003, en la visita del MSK Zilina.

Los mandatarios del FC Utrecht han decidido incluso poner en marcha un programa de entretenimiento para los aficionados de los equipos que deben visitarles todavía en la Copa de la UEFA para apartarlos del centro de la ciudad y evitar que se puedan juntar con sus hinchas. Por suerte, la afición zaragocista no tendrá que pasar por esa experiencia.