El giro fue radical. De nuevo, Víctor Fernández recurrió a su extraordinario manejo de la oratoria y la potencia de su mensaje para trasladar al zaragocismo a otra dimensión. Atrás queda el sofocón sufrido por la «inesperada» salida de Pep Biel, un puntal básico en su proyecto de cara al ascenso. Víctor admite que aquello le dejó «descolocado» durante un par de días en los que su disgusto fue mayúsculo, pero el técnico, que domina los tiempos como nadie, asegura mirar ya solo hacia adelante. Advierte, eso sí, de la conveniencia de «racionalizar las ilusiones» del ascenso, pero lanzó un mensaje de «tranquilidad y confianza» a la afición, a la que dedicó la gran fase de la comparecencia. «Va a suceder algo impactante e ilusionante».

La declaración de intenciones tiene, indudablemente, forma de fichaje. La deducción se apoya en las palabras del técnico, que, sin abandonar su enigmático discurso, insinuó que su ausencia en el entrenamiento vespertino del lunes estaba relacionada con la negociación por ese fichaje por llegar. «Mi ejercicio de responsabilidad me llevó a otro lugar que no era el campo. No era una frivolidad. Tenía que desplazarme porque era necesario y ojalá sea fructífero». Ahí queda eso.

Misión cumplida. Víctor ya había logrado su propósito. El malestar de días atrás dejaba paso a la ilusión por lo que vendrá. «Estoy súper ilusionado y dentro de unos días lo estaré mucho más. Sé lo que estamos haciendo y van a ocurrir cosas muy importantes. Puede venir un jugador muy ilusionante o pasar algo positivo para el grupo. Estamos dando pasos agigantados en este sentido y ojalá que en pocos días ofrezcan resultados fructíferos». Más madera.

ALTO Y CLARO // Pero hubo más mensajes. Muchos más. La venta de Pep Biel acaparó varios de ellos aunque quizá el más rotundo tuvo como destinatario al Consejo. «La solución del Zaragoza pasa por estar en Primera División, no por vender a Pep Biel», aseveró. Víctor confirmó que «me pilló descolocado porque no era el escenario previsto y negociado por todas las partes a la hora de afrontar nuestro objetivo. Me resultó duro porque la decisión tenía un gran calado en el proyecto deportivo y no estaba de acuerdo con la venta de uno de nuestros principales valores del equipo. Me paralicé pero ya me he puesto las pilas», afirmó.

Sin embargo, el club le trasladó que, si el Copenague subía la primera oferta -como así fue- Biel saldría del Zaragoza. «Sinceramente, no conocía con precisión y exactitud la debilidad de nuestra tesorería y la gran necesidad que había. Existía una estrategia inicial sostenida en la venta de jugadores que no pasaba por Pep Biel y creíamos que con esas salidas se iban a paliar esos problemas de tesorería. Sabía que había que vender y lo asumía, pero el escenario es distinto».

Aquella ilusión se desvaneció durante un par de días, pero Víctor asegura que ha regresado. Eso sí, el técnico advierte de la necesidad de distinguir entre un zaragocismo ilusionado e iluso. «Todos tenemos ilusión por alcanzar el lugar que corresponde al Zaragoza. Y yo el primero. Pero tenemos que racionalizar esas ilusiones, algo que no estamos haciendo, porque, si no, de la ilusión podemos pasar a ser unos ilusos». Para ello, el preparador aragonés reclama «bajar el volumen de ruido y del altavoz y que las trompetas suenen más suaves para liberar a un grupo humano fantástico de una presión innecesaria e injusta».

El consejo de administración, sostiene Víctor, «ha priorizado, en un ejercicio de responsabilidad, el tema económico sobre el deportivo» dando luz verde a la venta de Biel por 5 millones «pero restricciones económicas de este calado siempre van acompañadas de un debilitamiento del proyecto deportivo porque te desprendes de los mejores jugadores», expuso el entrenador, que incidió en su llamada a la cautela y a revisar el listón. «Competimos en un mercado en el que otros no tienen la necesidad de vender a sus mejores futbolistas y pueden comprar lo que quieran. Nosotros no y ya lo sabía, pero ahora hay que agudizar nuestro ingenio. A las rebajas no acuden los ricos sino los que tienen menos dinero. Tenemos que buscar nuestro momento y estoy convencido de que va a ocurrir algo impactante e ilusionante para la ciudad», insistió.

Siguiente mensaje. En esta ocasión, directo al despacho del director deportivo. Nada de más ventas de jugadores esenciales. «Dudo que salga un jugador importante si no se paga la cláusula o se acercan a ella», aseveró Víctor rotundo. El asunto alcanza directamente a James, básico para el técnico y cuyo nombre ocupa un lugar destacado en la agenda de varios clubs.

Pero el aragonés se esforzó en subrayar la buena sintonía con Lalo y aseguró estar «muy conforme» con la plantilla. «Hay un vacío claro, que es el tema de Pep Biel porque no tenemos a nadie así, y es lo primero que tenemos que cubrir, pero se ha hecho un buen diagnóstico de lo que necesitaba el equipo y estoy satisfecho. El plan no se altera. Tenemos mejor equipo que la pasada temporada».