El mensaje fue directo y claro. Pareció seco algún rato Natxo González, ese en el que frunció el rostro para recordar que la eliminatoria empieza esta noche en Los Pajaritos. Lo hace porque no le gusta esa idea de entregarse en brazos de La Romareda, por si acaso, y lo repitió. Hace bien. Sabe que ganará, sobre todo, el fútbol, el de la ida y el de aquí. Por lo demás, el entrenador zaragocista se mostró feliz con su equipo y el momento. «El equipo llega bien, ahí están los números del último tramo. A nivel físico y mental llegamos en un momento óptimo. No significa nada, pero tienes la tranquilidad de que el equipo transmite muchas cosas positivas que te hacen ser optimista para esta eliminatoria».

Incluso le importó más bien menos al entrenador el cartel colgado de favorito. «Es muy típico pasar el favoritismo al rival. Si nos lo quieren pasar, bienvenido sea. Sabemos quiénes somos, de dónde venimos y la dureza del enfrentamiento. Somos un equipo humilde y, por lo tanto, no nos genera nada especial», explicó el entrenador, que enseguida bajó a la arena para pedirle a todo el mundo que se remangue desde hoy: «Para mí no es decisivo el factor campo. Si tuviera que jugar en La Romareda mañana, no me importaría nada. No podemos estar a expensas de que La Romareda nos va a ganar el partido de vuelta. Como vengamos con un 2-0, ya puede estar La Romareda y lo que queramos, que será muy difícil. El objetivo es centrarnos en este partido como si no hubiera un segundo partido. Al menos de inicio. Luego, a partir del minuto 65 o 70, si tienes que jugar pensando en ese segundo partido, desde luego. Pero hay que entrar en el partido como si fuera una final».

El técnico insistió en el mensaje de partir la eliminatoria en dos. No quiere pensar como otros en un partido de 180 minutos. «No nos podemos plantear eso. Hay que buscar un objetivo mañana, y luego ya pensaremos en los siguientes 90. No hay que desviarse de lo importante que son los 90 minutos de mañana. Hay que pensar en qué podemos hacer mañana para conseguir un buen resultado».

Lo primero que puede hacer el Zaragoza es, sin duda, sumar esos goles que después pueden llegar a valer doble. «Vamos a salir como tenemos que salir. Nosotros tenemos que hacer un gol. Si no lo hacemos, puede que la eliminatoria nos pase factura. Ese es nuestro objetivo, más al ataque o más replegados en función del momento de partido, pero tenemos que meter, tenemos que enchufar», dijo el entrenador, que se mostró seguro de que el choque no se parecerá en nada al que ganó el Zaragoza en la Liga hace tres meses: «No tendrá nada que ver. Somos los mismos equipos, cada uno con sus características, pero hay un componente emocional que hace el partido diferente. Aquí no hay margen de error y el nivel emocional es decisivo».

Natxo González ha visto a la plantilla tranquila esta semana, un tanto aislado de la euforia que recorre la ciudad. «Veo al equipo como siempre. Somos conscientes de que nos ha costado mucho llegar hasta aquí como para pensar que somos mejores o que es una eliminatoria fácil. Sabemos que nos jugamos mucho y la dificultad que va a tener la eliminatoria. Debemos estar a un buen nivel, incluso un paso más» ante un Numancia «que domina» muchas situaciones. «Es un equipo bueno en las segundas jugadas, en las aperturas a banda, en centros laterales…».