El VAR llega esta temporada a Segunda División. Después de una campaña llena de éxitos en la máxima categoría, la tecnología también ayudará a los árbitros en La Romareda y en El Alcoraz. Los futbolistas del Real Zaragoza recibieron esta semana por parte de Santiago Jaime Latre y Jorge Bueno Mateo la charla previa al comienzo de Liga acerca del funcionamiento del VAR y de las novedades del reglamento. Los Víctor Fernández ya experimentaron ya el uso de la tecnología en el Memorial Carlos Lapetra que se llevó el conjunto aragonés en penaltis ante el Alavés.

El videoarbitraje es un miembro más dentro del cuerpo arbitral que tiene acceso independiente a las imágenes de la retransmisión del partido. El VAR cuenta con una sala de vídeo y un área de revisión en el propio estadio. La sala de vídeo es el lugar donde se encuentran el árbitro asistente de vídeo (VAR), su asistente (AVAR) y el técnico que organiza las repeticiones. Estas tres personas estarán observando el partido por la televisión desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas donde se encuentra el laboratorio del videoarbitraje. Mientras, en el propio estadio, se ha instalado entre los dos banquillos una pantalla con conexión directa por vía internet con el VAR. Este área está claramente delimitada al igual que la zona técnica y si un jugador de cualquiera de los dos equipos o un miembro del cuerpo técnico entra a la zona en el momento que un árbitro está realizando una revisión se le amonestará.

Incluso con el VAR, el árbitro sigue siendo la mayor autoridad dentro del campo y es quien toma la decisión definitiva acerca de una jugada. El colegiado solamente recibe la asistencia del VAR cuando señala cuatro decisiones relevantes en el desarrollo de un partido: goles, penalti o no penalti, tarjeta roja directa (no entra en la expulsión por segunda tarjeta amarilla) y la confusión de la identidad. La tecnología del videoarbitraje se encarga de chequear todas las imágenes del partido pero solo modifica la decisión inicial del árbitro si este ha cometido un error claro y manifiesto.

El colegiado no pide al VAR que revise la jugada porque tiene dudas sobre una decisión que ha tomado excepto en el caso de la confusión de identidad. El VAR no es una herramienta para salir del paso cuando hay dudas acerca de una decisión tomada en una jugada gris. El árbitro es quien le describe la jugada al VAR y este le corrige si ve un error manifiesto. Si en la comprobación por parte del VAR no se ven indicios de un error grave y que puede dar lugar a la interpretación del árbitro, el VAR no se lo comunica en lo que se conoce como una «comprobación silenciosa». Los aficionados saben cuándo el colegiado está recibiendo indicaciones del VAR porque este parará el juego y retrasará la reanudación mientras se pone una mano en la oreja. En el caso que quiera modificar lo señalado hará el gesto de la pantalla y cambiará su decisión o irá a revisarla.

¿Cuándo va el árbitro a la pantalla?

El árbitro por sí mismo no puede decidir que va a ver una jugada a la pantalla que se encuentra a pie de campo. El VAR informa al árbitro acerca de una jugada y este decide si acepta sus indicaciones y corrige la jugada o va a revisar la repetición porque se lo han recomendado. En el 95% de ocasiones que el árbitro se dirige a la pantalla es porque va a modificar su decisión anterior. Mientras ve la repetición, el VAR describe al árbitro lo que está viendo en las diversas tomas de cámara. Los árbitros revisan en la pantalla lances del juego que suelen contener hechos subjetivos que pueden entrar en su interpretación como son los penaltis o los fueras de juego por interferencia de un jugador tras un disparo que haya sido gol y un atacante hubiese impedido la visión del portero.

En el caso de que el árbitro decida reanudar el juego después de ser detenido, este no podrá llevar a cabo ninguna revisión en el VAR, excepto en los casos de confusión de identidad o ante una acción violenta que puede ser consecuente de cartulina roja como sería una agresión.