El Real Zaragoza se juega mucho mañana en el Carlos Tartiere, tanto como la salvación virtual o seguir empeñado en sufrir hasta el final por permanecer en Segunda División. Por su parte, el Real Oviedo llega con urgencias por haber logrado dos de los últimos quince puntos que le han sacado de los puestos de playoff de ascenso. Los dos luchan por objetivos diferentes, pero ambos se juegan mucho mañana y son conscientes de ello.

El análisis para César Láinez está claro: «Espero un partido de dos equipos que saben lo que se juegan. El año pasado con Generelo hasta última hora estuvieron a punto de meterse en la promoción. El Real Oviedo ha hecho una plantilla como para meterse en playoff, tienen su objetivo cerca pero nosotros debemos demostrar que nos estamos jugando muchísimo porque esos tres puntos nos darían la tranquilidad necesaria para afrontar los tres partidos que nos quedan con una cara distinta». Por ello, añade el entrenador aragonés, con tanto en juego, «el que mejor sepa gestionar esa responsabilidad va a ser el que sea capaz de llevarse el partido».

Otra de las claves, pensando en los puntos débiles del conjunto carbayón, es que su defensa «sufre a la espalda y con velocidad les podemos hacer daño». Eso supondrá un quebradero de cabeza para el técnico ya que deberá pensar qué alineación pone en el Carlos Tartiere. El que seguro que estará será el exjugador azul Edu Bedia. «Ni los de Oviedo quieren que lo dejemos en el banquillo ni nosotros lo vamos a dejar», dijo sobre el cántabro. Eso sí, Láinez pidió que diera un paso adelante ya que «creo que tiene más fútbol del que nos está dando».

«Plantilla descompensada» / César Láinez lanzó un dardo indirecto hacia Narcís Juliá, director deportivo del Real Zaragoza hasta que finalizó el mes de enero, y aseveró que «tenemos una plantilla descompensada». «Apenas tenemos pivotes, la gente del centro del campo es muy justa en determinadas posiciones. Tenemos gente más por fuera», añadió el preparador aragonés.

Aún así, ese no es el único mal del Real Zaragoza. Uno de los más importantes es la cantidad de puntos perdidos en los últimos minutos y Láinez responsabilizó principalmente a los once jugadores sobre el césped de la gestión de los instantes finales. Sobre ello, el técnico explicó que «es cuestión de valores futbolísticos saber aguantar las ventajas cuando los partidos se están acabando, pero no podemos gestionar esas cosas desde fuera. Podemos tirar las líneas más afuera, jugar más juntos y esa gestión es modificable. Saber perder tiempo o que los últimos minutos se jueguen en campo contrario depende de ellos». Y agregó: «Hay campos en los que van ganando 1-0 y prácticamente en los ocho u diez últimos minutos no se juega y a nosotros eso nos ha costado puntos que nos darían una tranquilidad mayor».

Además, el entrenador aragonés también lamentó la falta de gol en las segundas partes: «No puedo pretender que si el equipo genera las mismas oportunidades en la primera y en la segunda parte, que en la primera acaben dentro y en la segunda no. Eso ya no depende de mí».

El conjunto aragonés deberá mejorar esas facetas para conseguir la victoria ya que, en caso de triunfo, se conseguirían los 50 puntos y, prácticamente, el Real Zaragoza sellaría la permanencia en Segunda División.