Verdasca es el sexto jugador de la plantilla con más minutos (1.242). Empezó como suplente tras una mala pretemporada y se ha consolidado como una alternativa joven (21 años) y válida en el eje siempre que su temperamento y su exceso de revoluciones no le pasen factura, que ya lo hicieron en alguna ocasión. La peor, sin duda, la expulsión ante el Cádiz en La Romareda tras decirle varias veces al árbitro Cordero Vega «eres muy malo», lo que le llevó a ver la roja en el minuto 27 de un partido donde el meta Cristian Álvarez también fue expulsado y que acabó con derrota (0-2). El portugués fue castigado con dos partidos, que ya ha cumplido, pidió perdón en el vestuario, en el club y en público con una rueda de prensa y hoy contra el Barça B volverá al once con la idea de demostrar que ha aprendido la lección.

Con Mikel González lesionado en el isquiotibial en el partido en Valladolid y con unas dos semanas más en proceso de recuperación, el retorno de Verdasca está asegurado junto a Grippo, toda vez que Valentín ya está más cerca de una rampa de salida que por ahora no contempla el central canario que de cualquier otra cosa. En Pucela, Zapater fue el central de urgencia tras la lesión de Mikel y con Verdasca sancionado, mientras Valentín lo veía todo en el banquillo.

La gestión de Natxo

Así que los focos apuntan de nuevo al portugués. «Quiero pedir perdón al Zaragoza y a mis compañeros. Estoy arrepentido, fue un error. Nos costó jugar con un futbolista menos y la derrota. Esa expulsión me va a hacer crecer y volveré más fuerte», dijo tras aquella roja ante el Cádiz. El club no tomó medidas con él, más allá de esa exposición pública de arrepentimiento, y dejó la gestión de esa expulsión en Natxo. El asunto se cerró de puertas adentro con la firme promesa del portugués de no volver a incidir en un error similar.

En Verdasca habita un defensa contundente, que maneja bien el juego aéreo y que es firme en el despeje, un proyecto de buen central que ha mejorado desde su aterrizaje en verano, y que ha crecido como futbolista, con algunos partidos de nivel. Pero aún es un zaguero inexperto y al que el temperamento y su carácter le han jugado malas pasadas. Esto tiene que pulir el jugador, que firmó en verano pasado como zaragocista por tres temporadas, hasta el 2020.

Verdasca empezó la Liga, en las dos primeras jornadas, como suplente, pero después fue la pareja de Grippo, con quien volverá a coincidir hoy en el eje mientras Mikel González ultimaba su puesta a punto. La mejoría del luso en defensa y la lesión de Grippo le mantuvieron en el once de Natxo González, pero su nivel después bajó, como el del resto del equipo. La roja frente al Cádiz marcó un punto de inflexión para el futbolista, que cometió un error grave y que mostró su arrepentimiento por una protesta y una tarjeta roja que ya le fueron recriminadas en el campo por Zapater. Ahora, con el castigo cumplido, regresa al once en un partido vital y con la debilidad defensiva como uno de los principales déficits a superar.