El aspecto fue bien distinto desde el principio. El Real Zaragoza jugó como un equipo de playoff, como un claro aspirante al ascenso por primera vez en muchos meses. Dominó el partido durante la primera parte, tuvo más el balón, creó ocasiones, se jugó mucho más en campo del Levante, el líder, que ejerció como tal conforme iba avanzando el partido. Pero como tantas otras veces decidieron los errores, sobre todo los propios. Falló Ángel una ocasión clara, Xumetra estrelló el balón en la cruceta y, claro, se tragó una más Irureta. Así que al final la mejora fue solo para la vista. El camino fue y es el adecuado pero las equivocaciones fueron apartando al Real Zaragoza de la meta hasta dejarle sin el premio que ayer sí había merecido.

El partido del equipo de Raúl Agné fue bueno y, enlazado con la segunda parte de Huesca, permitiría pensar en un cambio de tendencia. Al alza, al fin. Pero el resultado hace encallar de nuevo al Real Zaragoza, que no es capaz de encontrar la continuidad en el marcador. Ni siquiera la consigue en La Romareda. Ayer se cumplieron dos meses de la última victoria aragonesa en el estadio municipal, el 2-1 ante el Oviedo. Después de eso, derrota contra el Girona, empate ante el Lugo y caída de nuevo frente al Levante. Un punto de nueve jugados en casa, cuatro de los dieciocho puestos en juego en Segunda desde que empezó el nuevo año.

En esta ocasión, al contrario que en El Alcoraz, no hubo tampoco la misma reacción tras el gol encajado. La ventaja en el marcador hizo al Levante estar mucho más cómodo, desarbolando con solvencia las acciones ofensivas del Zaragoza y haciéndose poco a poco con el balón hasta que el equipo aragonés acabó yendo tras él con resuello. No hubo tampoco esta vez cambio de sistema, no era ese el problema del equipo. Raúl Agné apostó ayer por el cambio de cromos, primero con Edu García por un cansado y peleado Lanzarote.

También entró Edu Bedia por Javi Ros, pero eso fue más tarde. Al mismo tiempo, a 12 minutos del final, dio entrada a Dongou, el de los dos goles en Huesca, para acompañar a Ángel arriba. El camerunés aún tuvo la última oportunidad, en el minuto 91, pero Raúl Fernández no cantó y la sacó sobre la línea. El que menos falló se llevó los tres puntos. El Real Zaragoza ofreció su mejor imagen, jugó de tú a tú al líder durante muchas fases, pero ni acertó arriba ni cerró su portería. Sí, pero no.