El paso de los días y la dilatación de la respuesta de Hacienda, que recela del capital mexicano que desembarcaría en el Zaragoza, está abriendo un nuevo escenario. La llegada del grupo azteca que encabeza Luis Manuel Lobato Blanco sigue siendo una posibilidad latente, pero apura sus últimos días. Así, entre los nuevos accionistas del Zaragoza se ha instalado el temor, y más que el temor, de que esa propuesta se desvanezca en los próximos días. Algunos citan a mañana como la fecha tope puesta por el grupo mexicano, mientras que en otras versiones entre los nuevos accionistas se considera que la propuesta de Lobato Blanco aún se mantendría vigente hasta la próxima semana, como fecha tope.

Mientras, la alternativa que está trabajando Javier Lasheras desde hace unas semanas y en la que se ha hablado con empresarios aragoneses de mayor solvencia y fortaleza económica sigue dando pasos firmes, aunque en el mayor de los sigilos. No sería una vía numerosa en cuanto al número de empresarios, pero sí que se considera que la opción puede acabar cuajando. De hecho, ha habido reuniones en ese sentido y ya se han tomado las primeras decisiones al respecto, aunque aún resta camino por recorrer y al Zaragoza lo que no le sobra es tiempo, con la frontera del 31 de julio y el descenso administrativo como amenaza.

El Gobierno de Aragón ha establecido contactos con los actuales gestores del club tras una llamada de auxilio. La DGA está al tanto y estaría dispuesta a asumir un patrocinio de 500.000 euros a cambio de que la SAD se hiciese cargo del aval que ahora paga el Ejecutivo. Agapito Iglesias, poseedor del 14% de las acciones, también conoce esta tercera vía. Además, el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó el lunes el cese de Agapito como consejero y consejero delegado solidario del Real Zaragoza SAD, una decisión que se produjo tras la venta del 90,23% de sus acciones el 4 de junio pasado.

Mientras, la Liga de Fútbol Profesional ha hecho igualmente alguna gestión con fondos inversores y no se puede descartar un desembarco tutelado por la propia LFP, una cuarta vía por ahora improbable.

Lo que sí que es cierto es que el paso de los días ha hecho que el capital mexicano pierda opciones para llegar al Zaragoza. Al menos dos representantes del grupo azteca, aunque con ramificaciones en Inglaterra, Miami y Hong Kong, siguen en Madrid y en contacto con los nuevos accionistas, pero el hastío empieza a llegar a Luis Manuel Lobato Blanco, que permanece en un hotel de la capital de España y que no entiende la tardanza de Hacienda en responder al Zaragoza de una manera definitiva y que no comprende por qué se duda de sus avales.

El fisco ha solicitado más garantías al grupo mexicano y para los nuevos accionistas del club el problema no es que en la Agencia Tributaria se dude de este grupo sino que se recela del Zaragoza en sí, porque hasta seis calendarios de pagos se han incumplido por parte de Agapito en los últimos años para una deuda de 29 millones de euros.

Por parte de este grupo se han puesto a disposición de Hacienda datos de volumen de facturación, de operaciones, de liquidez y un aval para el pago de los 5,4 millones que hay que abonar al fisco antes del final de año (3,5 ahora, un millón en septiembre y cerca de otro en diciembre). En la propuesta zaragocista para pagar a Hacienda se incluyen dos escenarios tras esos 5,4 millones que hay que abonar antes del 2013. Si el Zaragoza logra el ascenso a la élite en junio, el club se compromete a liquidar la deuda en función del contrato televisivo, que pasaría a ser de 25 millones. Si el club sigue en los próximos años en Segunda hay una propuesta de pago establecida hasta el 2019.