En caso de confirmarse a través de una sentencia judicial firme que el partido Levante-Real Zaragoza fue amañado el club aragonés y los jugadores de los dos equipos que hubieran participado en ese supuesto fraude podrían ser condenados tanto por la vía penal como por la deportiva. Ahora mismo solo hay indicios sobre esa posibilidad y por ese motivo la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada sigue recabando pruebas. De hecho ha citado a declarar a 33 personas relacionadas con ese encuentro. Llegado el caso, si el fiscal considera que ha habido delito interpondría una denuncia ante un juez del lugar en el que se cometió el delito (Valencia) para que decida si promueve un juicio y a las personas que imputa.

Tras las declaraciones que se realizarán los días 2 y 3 de octubre en la sede de la Fiscalía Anticorrupción de Madrid se podrían continuar realizando más pruebas para seguir esclareciendo lo sucedido o tomarse la decisión de archivar el supuesto caso de amaño o presentarse el escrito de acusación y que se celebre el juicio. Si el Real Zaragoza llegara a ser condenado penalmente podría ser hasta disuelto. También podría abrirse la vía de la responsabilidad civil y verse incluso obligado a indemnizar al club que se hubiera visto perjudicado por haber descendido a raíz de su victoria en el estadio Ciudad de Valencia. Hasta la Liga podría solicitar algún tipo de indemnización en caso de entender que se había adulterado la competición.

En el plano deportivo, tanto la Liga como la Federación Española de Fútbol estarían capacitadas para sancionar al Real Zaragoza. En ambos casos lo tienen contemplado en sus estatutos. La Liga no puede sancionar a los jugadores pero sí a los clubs, mientras que la FEF se encuentra capacitada para hacerlo a ambas partes. Tanto la Federación Española como la Liga podrían anular el partido y descontar 6 puntos al Zaragoza o descenderlo directamente en el caso de que se pudiera comprobar que ha habido amaño. Eso se ejecutaría en el momento que se impusiera la sanción, por lo que ahora bajaría a Segunda B.

No obstante, también hay que tener en cuenta que en el apartado deportivo las infracciones muy graves prescriben a los tres años si no se ha abierto antes un proceso sancionador. Si la Liga o la FEF no hubieran abierto ese proceso, el Real Zaragoza ya no podría ser sancionado por la vía deportiva porque ya han pasado más de tres años, mientras que si lo abrieron y luego decidieron suspenderlo provisionalmente podrían recuperarlo después de que haya una sentencia penal. En ese caso, haya o no sanción por la vía penal, todavía podría reabrirse la vía deportiva.

En el comunicado emitido ayer por el Real Zaragoza se sobreentiende que ni la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ni la FEF han enviado al club aragonés ninguna documentación informándole de que le habían abierto un expediente sancionador por ese supuesto amaño del partido contra el Levante. Tampoco el fiscal se ha dirigido todavía al club aragonés ni tampoco al Levante. Fuentes del club aragonés aseguraron ayer no tener constancia de haber recibido ninguna comunicación de ese tipo.

Fuertes sanciones

En el caso de los jugadores, si se acaba demostrando que cometieron fraude, se expondría a unas duras sanciones en el plano deportivo y penalmente a condenas muy importantes. En el código penal, tras la reforma del año 2010, se contemplan unas penas de prisión de seis meses a cuatro años.

En el artículo 286 bis, donde se habla de la corrupción entre particulares, se indica en el punto 4 que lo dispuesto en ese artículo será aplicable en sus respectivos casos, a directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva respecto de aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales.