Víctor Fernández se mostró contrariado por el tercer aplazamiento de la temporada que vive el Zaragoza, aunque reconoció que en las condiciones que estaba el césped de Anduva por la lluvia caída era imposible jugar: «Es una pena, algo inesperado. Si queremos proteger el espectáculo, el campo estaba impractible. No había que asumir riesgos en la integridad física de los jugadores y fue la decisión más sabia. No sé si con 100 operarios habría alguna posibilidad, pero en estas condiciones y al no dejar de llover no se podía jugar. Nos hemos puesto de acuerdo rápido los dos equipos porque tenemos partido de Copa los dos», aseguró el entrenador zaragocista en Gol.

Tras el aplazamiento del encuentro ante el Fuenlabrada por la gastroenteritis de hasta 17 jugadores del rival y tras no jugar ante el Sporting por la gripe del conjunto sportiguista es la tercera suspensión del Zaragoza en esta temporada, algo muy fuera de lo común: «Es que es demasiado, sin duda. Es el tercer partido que nos suspenden en poco más de media temporada. Jamás me había pasado algo igual. Recuerdo un partido de Supercopa de Europa contra el Ajax que se suspendió por la nieve y nos tuvimos que volver, pero esta situación tan especial no la había vivido nunca», señaló el entrenador zaragocista sin poder ocultar ese gesto de contrariedad por lo sucedido.

Con todo, el mayor perjuicio es para los seguidores zaragocistas que habían viajado. «Los aficionados han sido unos valientes ya saliendo de casa, desafiando a las condiciones climatológicas que se anunciaban. Por eso, tenemos que agradecerles el corazón y la lealtad que ponen siempre, ha sido un esfuerzo baldío y se lo agradecemos. Habrá que compensarles de alguna forma, porque es duro hacerse más de 300 kilómetros para no ver un partido y hay que mandarles un abrazo enorme», sentenció.

La visión de Iraola y los presidentes

Mientras, Andoni Iraola, técnico del Mirandés, reconoció que «el campo está mal, nosotros lo hemos dejado en manos del árbitro, lo que decidiera lo íbamos a aceptar. El Zaragoza tenía más claro que no quería jugar. Ahora a preparar la Copa y a ver cuándo nos ponen este partido», aseguró el entrenador del equipo burgalés.

Por su parte, el presidente del Real Zaragoza, Christian Lapetra, también reconoció que el césped no permitía la disputa del partido. «Gran parte de Anduva estaba impracticable. El árbitro ha tomado la decisión y ante eso nosotros tenemos poco que decir, solo acatar y aceptar lo que diga», dijo Lapetra en Aragón Radio y añadió que «es una pena porque el partido había despertado un gran interés. Lo sentimos por los aficionados e intentaremos ayudar desde el club para que todos los que quieran desplazarse cuando se juegue el partido puedan hacerlo».

Por último, el presidente del Mirandés, Alfredo de Miguel, admitió que la iniciativa la llevó el Zaragoza. «A nosotros nos daba igual. Lo ha planteado el Zaragoza y nos parece bien. Han hablado con nuestro míster y acordaron que el campo estaba impracticable», dijo en la Cadena Cope.