No quiso Víctor Fernández entrar excesivamente al trapo al ser cuestionado sobre la expulsión de Eguaras, pero sí que opinó sobre la tarjeta roja que vio el centrocampista navarro en El Sadar. Ese fue uno de los detalles que decidió el encuentro y todos ellos, según el entrenador, cayeron del lado de Osasuna. Para el preparador aragonés fue una acción «muy rigurosa porque no ha habido violencia ni mala intención» y, además, recordó que «ha habido entradas similares en el primer tiempo», por lo que «ha sido un castigo exagerado y que ha condicionado muchísimo». «Cuando uno viene a jugar a un estadio como El Sadar ante un equipo en racha y te ves en inferioridad en el minuto 47 es una carga tremenda a nivel físico y mental y ha sido una losa importante». De todos modos, explicó, «no quiero justificar un resultado por una expulsión, pero sí que es un detalle fundamental».

Del desarrollo del partido, el técnico afirmó que, después de unos encuentros de experiencia en Segunda, «todos los partidos tienen sus momentos brillantes de cada equipo» y, por supuesto, en El Sadar cada conjunto tuvo el suyo: «Nuestro mejor momento, en los primeros 15 minutos, no lo hemos aprovechado. A partir de ahí han empezado a crecer y ya con la expulsión no ha habido ningún momento porque había un equipo dominante. Hemos vuelto a tener nuestro instante en los últimos 15 minutos y hemos tenido una ocasión buenísima, pero al final un error nuestro lo han aprovechado perfectamente», comentó.

La propuesta del equipo aragonés, expuso Víctor, «ha sido de venir a buscar el partido siendo conscientes de la entidad del rival», pero «en los matices del partido hemos salido absolutamente perdiendo y necesitamos un poco de fortuna». Aun así, «estoy orgulloso del trabajo del equipo», apostilló.

Sobre la falta de acierto de Álvaro Vázquez, el entrenador destacó que «para ganar partidos en feudos tan complicados necesitamos un muy buen control de juego y ser muy contundentes en las ocasiones en el área rival» y que «los delanteros viven de momentos de inspiración», mientras que de la suplencia de Pombo dijo que «no es un toque de atención» ya que «ningún jugador es intocable».